La inteligencia artificial se ha convertido en uno de los principales aceleradores de transformación para las empresas de todo el mundo, y las pymes españolas no son una excepción. Sin embargo, las pymes españolas no lo tienen tan claro, a juzgar por los resultados de una encuesta encargada por la aseguradora Hiscox a 400 pequeñas y medianas empresas de todo el país. Mientras las soluciones basadas en IA se multiplican y se vuelven más accesibles, una parte importante del tejido empresarial español sigue sin percibir con claridad los beneficios que puede aportar a su actividad diaria.
De hecho, cuatro de cada 10 pymes españolas considera que no tiene ninguna ventaja o beneficio, tal y como se desprende de los datos del II Informe de Pymes y Autónomos de España de Hiscox. Aunque su implementación ha aumentado de forma significativa en los últimos años, todavía existe una brecha evidente entre el potencial que ofrece esta tecnología y la manera en que está siendo adoptada y aprovechada por las empresas.
Por el contrario, el 58,8% sí percibe algún impacto positivo. Entre las empresas que ya identifican mejoras, las ventajas más visibles están relacionadas con la eficiencia operativa, ya que un 53,2% destaca la optimización de tareas o procesos, un 44% señala una mayor eficiencia general y un 32,2% menciona el ahorro de costes. Sin embargo, los beneficios directamente vinculados al crecimiento del negocio se perciben en mucha menor medida, lo que refleja un uso aún limitado de la IA como palanca estratégica: solo un 12,8% afirma haber experimentado un aumento de las ventas y únicamente un 3,5% reconoce mejoras en la retención de talento.
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El que prueba la IA la valora muy positivamente
Las diferencias entre las empresas que ya han incorporado la IA y aquellas que aún no lo han hecho son especialmente significativas y muestran hasta qué punto la adopción de esta tecnología transforma la percepción de sus beneficios. Entre las empresas que han incorporado la IA, que representan el 23,3% del tejido empresarial, solo un 16,2% afirma no obtener ventajas de la IA, mientras que una amplia mayoría, el 83,8%, reconoce beneficios tangibles en su actividad diaria. En este grupo, los efectos positivos se concentran principalmente en la eficiencia: la optimización de tareas o procesos alcanza el 71,2%, la mejora de la eficiencia general llega al 60,3% y el ahorro de costes se sitúa en el 32,6%. Además, estas empresas empiezan a percibir impactos más directos en el negocio, con un 21,6% señalando un mayor volumen de ventas y un 7% una mejor retención de talento, lo que demuestra un aprovechamiento más avanzado de la tecnología.
En el lado contrario, entre las compañías que aún no han implementado la IA, que constituyen el 76,7% del total, casi la mitad (48,8%) sigue pensando que esta tecnología no aporta ningún beneficio. Para este grupo, la percepción de mejoras es mucho más limitada, con niveles de eficiencia, ahorro y crecimiento empresarial considerablemente inferiores, lo que evidencia la brecha existente entre experimentar la IA y solo observarla desde fuera.
ChatGPT es mucho más conocida que Gemini y Copilot
El informe también analiza el grado de conocimiento y uso de las principales herramientas de IA generativa, un indicador clave para entender cómo se están acercando las pymes a esta tecnología. Entre todas ellas, ChatGPT destaca claramente como la herramienta más reconocida: un 82,1% de las pymes afirma conocerla y un 38,5% asegura haberla utilizado en algún momento, lo que la convierte en la puerta de entrada más habitual a la IA. A bastante distancia se encuentra Gemini, que aunque es conocida por el 49,1% de las empresas, solo un 14,2% la utiliza de forma activa. En una posición similar se sitúa Copilot, con un nivel de conocimiento del 34,9% y un 13,8% de uso, lo que sugiere que su adopción está más vinculada a empresas que ya han avanzado en su digitalización.
Deepseek, por su parte, muestra un grado de reconocimiento más moderado, del 26,4%, y un nivel de utilización especialmente bajo, del 5,6%, reflejando su menor implantación en el mercado español. En conjunto, estos datos evidencian que, aunque existe una familiaridad creciente con las herramientas de IA entre las pymes, el salto del conocimiento a la práctica sigue siendo limitado, y su uso efectivo en el día a día empresarial todavía no está plenamente consolidado.







