La semana pasada, una de las medidas estrella del Gobierno, y sobre todo del Ministerio de Trabajo, la ley de reducción de la jornada laboral (a un máximo de 37,5 horas y sin merma salarial) sufrió un fracaso parlamentario. El proyecto fue rechazado por mayoría tras prosperar las enmiendas a la totalidad presentadas por PP, Vox y Junts, que impidieron que se debatiera el contenido de fondo en el Congreso.
La derrota fue sobre todo originada por la decisión en contra de Junts, socio del Gobierno de Pedro Sánchez, que comunicó el lunes 8 de septiembre que no apoyaba el proyecto estrella de Yolanda Díaz, que calificó la negativa de ese partido como “una bofetada a 12 millones de trabajadores” y anunció que volverá a presentar más adelante una ley de este estilo ante el Parlamento.
Sin embargo, el Ministerio de Trabajo ha dicho que seguirá adelante con el registro horario digital, una de las medidas que contemplaba la ley de reducción de jornada. Y que para prosperar recurrirá a la figura del Real Decreto, una vía que no exige tener mayoría parlamentaria ni una convalidación en el Congreso y que podría salir adelante en unas semanas.
El objetivo del Ministerio de Trabajo es mejorar el registro de jornada obligatorio, que entró en vigor como reglamento en 2019 y que se pensó inicialmente para controlar las horas extra no declaradas y no abonadas, una práctica habitual en el tejido empresarial. La pretensión del Gobierno ahora es acabar con los sistemas poco fiables de registro de la jornada, como el papel o las hojas de cálculo (válidos para tal fin al día de hoy), y en general con sistemas que pueden ser manipulados fácilmente.
Trabajo tendrá acceso en tiempo real al registro de jornada
En su lugar, la intención del Gobierno es obligar a las empresas a que incorporen controles exclusivamente digitales y que permitan la trazabilidad de la información. Con un sistema de este tipo cada empleado deberá registrar personalmente su entrada y salida, e impedirá que sea un compañero o superior el que anote. Además, la totalidad de horas extra deberá quedar reflejada en la nómina mensual.
Pero, sobre todo, el registro horario digital deberá permitir el acceso a los datos de la Inspección de Trabajo, lo que facilitará las auditorías en tiempo real y eliminará la necesidad de desplazamientos y solicitudes burocráticas. «Vamos a hacer un registro objetivable, verificable en tiempo real y, por supuesto, digital; lo que quiere decir que la cantidad de horas extra que hacen muchos trabajadores va a quedar directamente documentada y la Inspección de trabajo va a saber en tiempo real si están trabajando o no», ha explicado Yolanda Díaz, que ha desvelado que la verdadera razón por la que las patronales no quieren rebajar la jornada es precisamente evitar el endurecimiento del control horario.
Eso sí, el Gobierno ha descartado por el momento elevar las sanciones económicas, toda vez que eso exigiría una mayoría parlamentaria de la que ahora mismo no dispone.





