En los últimos tres años, una de cada cuatro pymes en España se ha planteado cerrar debido a la fuerte presión que han sufrido desde 2020. La pandemia, los altos costes de financiación, la inflación o la incertidumbre generalizada han penalizado. Sin embargo, lejos de rendirse, estas empresas han mostrado una gran capacidad de adaptación, que les permite mirar al futuro con optimismo. Así ahora una de cada dos espera aumentar sus clientes e ingresos el próximo año y más de la mitad prevé conseguirlo para 2030. Además, ocho de cada 10 no duda de que seguirán abiertas en los próximos tres años.
Son datos que aparecen en el nuevo estudio ‘Realidad de la micropyme española: evolución y perspectivas para 2030’, de Beedigital, proveedor de servicios de marketing digital para pymes y autónomos en España. Aprovechando la mitad de década, el informe busca entender cómo han cambiado los pequeños negocios desde el estallido de la pandemia, los retos que enfrentan actualmente y sus previsiones para los próximos años.
Pese a la complejidad de los tiempos vividos, desde 2020 el 45% de los negocios ha aumentado su cuota de clientes y un 30% ha engrosado el tamaño de sus plantillas. Las economías familiar y local han sido las grandes beneficiadas de estos resultados, ya que prácticamente la mitad de los responsables o dueños de pequeños negocios aseguran ser la única fuente de ingresos de su unidad familiar. Uno de cada cuatro aporta más del 60%, y en el 88% de los casos suponen, al menos, la mitad.
Previsiones positivas, pero también problemas en el horizonte
Si bien las previsiones son positivas, los pequeños negocios no son ajenos a los desafíos del contexto actual. Una posible bajada de ventas (51%), los costes laborales (49%) y de suministros (49%), seguidos del precio de los proveedores (47%), los ciberataques (38%) o la dificultad para encontrar el talento que necesitan (38%) lideran las preocupaciones de las pymes. Aun así, las previsiones apuntan al crecimiento.
“Aunque existan retos, los pequeños negocios confían en continuar por la senda de los últimos años, y creo que ese es uno de los principales aspectos que caracterizan a la década de 2020 desde un prisma empresarial”, explica Carmen San Emeterio, directora comercial y de marketing de Beedigital. “La tecnología y la innovación han servido para convertir retos en oportunidades. Lo hemos visto, por ejemplo, con la apuesta por la digitalización, que no solo ha permitido lograr modelos de trabajo más eficientes, sino que también ha supuesto un impulso para las ventas de muchas pymes”.
Durante estos años, las pequeñas empresas han implementado diferentes medidas con el fin de garantizar la supervivencia de su negocio. Junto al aumento de precios (49%) y una mejora de la calidad de sus productos y servicios (44%), el marketing digital ha sido uno de los grandes protagonistas. Así, cuatro de cada 10 pequeños empresarios han aumentado sus esfuerzos en este ámbito, con el fin de ganar presencia digital, sobre todo, a través de su página web y redes sociales.
La tendencia se mantendrá, con un 42% de las pymes con previsión de incrementar la inversión en marketing digital en 2026, con un crecimiento medio del 20%. Además, el 55% lo hará en los próximos tres años, con un incremento medio del 23%, y el 61%, en los próximos 5 años, con un aumento medio del 27%.
Estos datos confirman que la presencia online se ha convertido en un requisito básico para competir. Estar bien posicionado en los buscadores cuando un cliente potencial busca un producto o servicio marca la diferencia entre captar o perder una venta. Del mismo modo, contar con una página web actualizada y una actividad constante en redes sociales se traduce en mayor cercanía con los consumidores, más visibilidad de la oferta y una comunicación más directa y eficaz.







