Esta semana el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, a través del ministro Óscar López, hizo balance del Kit Digital, cuya última convocatoria acabó el pasado 31 de octubre, aunque todavía los agentes digitalizadores seguiran tramitando los bonos durante un tiempo.
El ministro, como era de esperar, López sacó pecho y subrayó los hitos del programa: 676.000 pymes y autónomos beneficiados, a través de 860.000 ayudas en 7.500 municipios, el 92% del total. En total, 1,2 millones de solicitudes gestionadas en tiempo récord, porque, gracias en parte a robots de IA, la tramitación de un expediente pasó, de media, de tres horas a tres minutos…
Por la envergadura del programa (más de 3.000 millones de euros de presupuesto) y por su alcance (cientos de miles de pymes y autónomos de todo el país) se puede decir, sin duda, que estamos ante la mayor iniciativa de digitalización del tejido empresarial de este país. Y que ha incidido sobre todo en la modernización de los más pequeños, que son los más rezagados siempre en el ámbito de las TIC.
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Las críticas de los agentes digitalizadores
Sin embargo, también hay que decir que el Kit Digital, gestionado por Red.es, ha tenido nubarrones. Empezó de forma lenta y desordenada allá por 2022, y no fue hasta mucho tiempo después cuando cogió velocidad de crucero. Por el camino, quedaron muchos partners que se hicieron agentes digitalizadores y que tuvieron que salirse por la excesiva burocracia del programa o por el retraso en los pagos, que literalmente los ahogaba. En CHANNEL PARTNER tuvimos muchos testimonios en este sentido. Joan Massanet, de BinauraMonlex, nos decía a principios de 2024: “Nos aprobaron un proyecto del Kit Digital hace casi un año y todavía no hemos cobrado”.
También ponía peros a su ejecución en una entrevista Enrique Rodríguez, CEO de Syntax Business Solutions. Y como agente digitalizador, pedía más incentivos financieros Fernando Ruiz, director de desarrollo de negocio de Opentix-Aitana. Un paso más allá en la queja lo dio Pablo Iglesias, CEO de Cyberbrainers, un partner pequeño que entró en el programa desde el primer momento. Él aseguraba lo siguiente a primeros de 2024: “Los únicos agentes que de verdad ganan con el Kit Digital son los que están dando un servicio pésimo”.
Por otra parte, creo que en el debe del programa está el hecho de que muchos proyectos no van a tener continuidad más allá de la subvención y se van a morir ahí. Está el caso del dinero que se ha ido a RRSS en pymes que no las van a mantener en el futuro. Las partidas en muchos casos han sido muy exiguas (desde 2.000 euros), y eso ha impedido abordar proyectos más serios y de futuro en muchos clientes. Se prefirió el café para todos. En todo caso, este punto lo vino a solucionar en parte el Kit Consulting.
También ha habido trayectorias muy positivas
Aunque no todo han sido opiniones desfavorables, ni mucho menos. También tuvimos testimonios muy positivos en CHANNEL PARTNER, de agentes digitalizadores que lograron formar equipos y escalar para desplegar proyectos en miles de clientes. La oscense Ecomputer hace poco reconocía que había duplicado facturación en 2025 gracias a la comercialización de ordenadores vinculados a las subvenciones del Kit Digital. Por su parte, Víctor Pérez, CEO de Adiss, un desarrollador de software de gestión para pymes y asesorías, destacaba a primeros de marzo de 2024 que había desplegado más de 1.000 proyectos de Kit Digital y que en su empresa habían podido industrializar el proceso. Los mayoristas también han sabido aprovechar la oportunidad. Hace unos días, José María García, country manager de Esprinet, reconocía que su compañía ha trabajado en estos tres años largos de programa con más de 800 agentes digitalizadores, y eso se ha notado en los buenos resultados de su compañía en los últimos ejercicios.
En fin, acaba el Kit Digital tal cual lo hemos conocido en los últimos tres años y medio. Y no está claro si tendrá continuidad de alguna manera en 2026. Sin embargo, se puede decir que marca un antes y un después en movilización de fondos públicos para la digitalización del tejido empresarial. Y ahora no estaría mal ahora aprovechar los procesos y las dinámicas establecidas para seguir favoreciendo el uso de tecnologías en las pymes. Al fin y al cabo, sigue siendo una de las palancas para incrementar la productividad de nuestra economía, nuestro talón de Aquiles.







