Después de años aciagos, la venta de impresoras vuelve a crecer en España. Realmente lo hace desde mediados de 2013, pero el año pasado el mercado local se consolidó como el más dinámico de Europa, según la consultora Context. Son buenas noticias que demuestran que la recuperación del país, a pesar de algunas incertidumbres, es ya una realidad. Y es que la renovación del obsoleto parque de impresoras y sobre todo el consumo de tóners y cartuchos de tinta, que también está al alza, están directamente vinculados con la situación financiera de las empresas.
Sin embargo, fabricantes y canales de distribución deben estar atentos porque los clientes piden sobre todo ahorros de costes en este ámbito, lo que supone una gestión más eficiente del parque de impresión. Además, exigen una infraestructura segura, que impida fugas de información a través de los documentos que se llevan al papel, y también el desarrollo de soluciones completas que hagan realidad la digitalización de toda la información que circula por la oficina.
Eso significará inevitablemente una mayor especialización y un mayor conocimiento del software y las plataformas en la nube que hacen posible una gestión total del documento. Asimismo, significará seguir ahondando en modelos de negocio donde la impresión se convierte en un servicio de cuantía variable (el famoso coste por copia, que todavía no está arraigado en la pyme) o en un servicio subcontratado a un MPS o proveedor de managed printing services.
Y es que, a largo plazo, según un informe de Gartner que incluimos en el reportaje principal de este número, la venta de impresoras el mundo está condenada a sufrir una caída “irreversible”. El control de gastos de las empresas, por un lado, y las nuevas formas de acceder a la información de los nativos digitales, renuentes al papel, respaldan estas previsiones.
[En el número 163 de CHANNEL PARTNER, correspondiente al mes de febrero, publicaremos un amplio documento sobre las tendencias en el mercado de impresión]
