Los ingenieros no sólo se limitan a construir carreteras, embalses o grandes obras civiles. En el mundo de los negocios también los hay, pero con fines menos beneficiosos para la sociedad. Según publica el diario El País en su edición de hoy, Hacienda ha detectado operaciones de ingeniería fiscal realizadas por las filiales españolas de grandes multinacionales, cuya finalidad es la de evitar pasar por la caja del fisco. Aunque estas actividades no son estrictamente ilegales, sí pueden considerarse un fraude de ley, porque van contra el espíritu del modelo impositivo español. Es por ello que la Agencia Tributaria llamará la atención a los responsables de estas grandes empresas para que no lleven a cabo estas prácticas y confeccionará una base de datos con las conductas identificadas, según fuentes de Hacienda citadas por el periódico.
A la hora de pagar los impuestos en el cierre de los ejercicios, las compañías lo hacen en función del beneficio que han obtenido en el mismo. Aquí es donde entran en juego estas prácticas, como por ejemplo que la matriz extranjera de una compañía conceda un préstamo a su filial española para que adquiera otra división de la misma empresa. Esta actividad, que no tiene una finalidad económica, permite a la filial, según la legislación española, computar como gastos el pago de los intereses del crédito, lo que hace posible que reduzca su cifra de beneficios sobre la que se aplica la carga fiscal. A la vez, la matriz se beneficia, porque percibe los intereses que le abona su filial.
Otro ejemplo de verdadera ingeniería, más difícil de demostrar, es aquél que se produce cuando las empresas dotan provisiones ficticias poniendo como excusa que tendrán una pérdida por una inversión realizada en el extranjero, pero que no existe. Las provisiones son cantidades que las compañías registran en sus pasivos con el fin de hacer frente a una descapitalización de la empresa o a las pérdidas provocadas por una mala inversión. Este montante no tributa a Hacienda, siempre que se ajuste a las normas internacionales de contabilidad. La Agencia Tributaria piensa que muchas multinacionales invierten en paraísos fiscales o sociedades poco transparentes en las que no se produce pérdida alguna.
