En el verano de 2003, la Asociación Fonográfica y Videográfica Española (AFyVE) denunció al grupo CD World, mayorista afincado en Cataluña, ante un Juzgado de Instrucción de Barcelona acusándole de importar consumibles ópticos no licenciados y de estar vinculado a la piratería. Ante esta demanda, a finales de junio de ese año la policía entró en los locales del mayorista en Barcelona y Badalona e incautaron ordenadores y medio millón de CD y DVD vírgenes. En esos momentos, la policía calificó esta operación como «el más duro golpe a la piratería en los últimos tiempos», acusando a esta compañía como «la mayor distribuidora mundial de duplicadoras, además de software y hardware destinado a vencer las medidas de seguridad de los DVD y convertirlos en CD para su distribución y venta». Pero tal y como ha informado el diario El País, el Juzgado de Instrucción número 2 de Barcelona ha sobreseído y archivado el caso. En lo referente al presunto delito fiscal la juez encargada del caso, Eugenia Canal, ha señalado que no hay deuda tributaria pendiente. En lo que respecta al software al que se atribuía la función de descodificar se ha concluido que con él no era posible realizar copias de programas ni de música. Además, no se detectaron entre los dispositivos del mayorista ningún aparato con capacidad para hacer copias de originales protegidos. Por último, la juez ha afirmado que «los soportes ópticos de esta compañía habían sido adquiridos a empresas que habían pagado sus licencias».
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