Al italiano Luigi Salmoiraghi, responsable del negocio de D-Link en España y Portugal [abrió oficina en el país luso el pasado mayo], le da cierto pudor hablar de las cifras que ha manejado la filial del fabricante taiwanés de conectividad durante 2003. Y es que crecer un 54 por ciento se sale de cualquier escala de mercado en estos días. Si 2002 la firma aumentó sus ingresos un 11 por ciento, frenando un tanto la evolución iniciada dos años antes con el establecimiento de la oficina en Barcelona, lo ocurrido en los últimos doce meses demuestra, según el directivo, que ha cambiado la mentalidad del distribuidor y de los clientes, que ya no sólo ven a D-Link como un típico proveedor asiático de equipos para pyme, sino como una marca que ofrece soluciones completas, desde a dispositivos wireless a equipos de red de gama alta, además de servicios y soporte. En este sentido, la subsidiaria, que cuenta con 13 personas, atiende mensualmente unas 4.500 llamadas de revendedores y clientes que demandan información de preventa. La evolución positiva de las ventas también está teniendo su paralelismo en el programa de canal Expert Reseller Channel, que ya cuenta con 380 distribuidores certificados y donde otras 300 firmas están a la espera de conseguir la acreditación. Salmoiraghi también se muestra ambicioso para 2004, periodo en el que espera un crecimiento de al menos un 30 por ciento. Asimismo, el proveedor quiere aumentar en los próximos meses su nómina de mayoristas regionales y OEM [D-Link cuenta con 5 mayoristas oficiales: Actebis, Cioce, Diode, GTI y Tech Data; y también trabaja con firmas implantadas a escala regional como Compuspain, Hispamicro, Homework, Dakel y Conecsion y Sistemas]. Además, la filial quiere empezar a gestionar directamente desde España el servicio de reposición o RMA para ofrecer el producto nuevo en 24 o 48 horas.



