El año pasado fue difícil para el negocio de la cadena Worten en España. El retailer, que lleva “varios años incurriendo en pérdidas en España por un volumen de actividad insuficiente”, según la última auditoría de cuentas del grupo, tuvo unos números rojos de 76 millones de euros en 2013, el doble que el ejercicio precedente.
Sin embargo, según publicaba ayer el diario El País, la portuguesa Sonae, la casa matriz de Worten, ha realizado varias inyecciones de capital para salvarla. La última ascendió a 100 millones de euros y fue anunciada por el Registro Mercantil hace justamente una semana.
Y es que, a pesar de todo, Worten, que está en manos de Belmiro Mendes de Azevedo, el hombre más rico de Portugal y una de las mayores fortunas del planeta, tiene planes de expansión en España. Según El País, Worten facturó en España más de 230 millones de euros durante 2014. Además, aunque empezó con nueve tiendas en 2008 (gracias a la compra de puntos de venta de la francesa Boulanger), hoy cuenta con 43, un crecimiento que en parte se debe a que asumió en su momento muchas de las que dejó PC City cuando ésta se retiró del mercado nacional.
El pasado año, Worten inauguró cinco establecimientos, y para este 2015 el objetivo del retailer es inaugurar otras 10 e invertir 25 millones de euros. Además, según fuentes de la compañía que cita El País, todos los ejercicios el número de puntos de venta sube, a pesar de que se cierren algunos por falta de rentabilidad.
Por otra parte, Worten ha puesto en marcha un proyecto para reducir costes operativos e inmobiliarios, y maximizar la rentabilidad del capital invertido. Todo con el objetivo de volver a los beneficios en el año 2019. Además, la firma quiere fortalecer el comercio online y facilitar el proceso de compra a aquellos usuarios que investigan en el punto de venta pero luego acuden a la web para adquirir el producto.
