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El reto del retail español: comprender el contexto urbano y sus flujos para anticipar el futuro



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Por Silvia Banchini, directora comercial y operativa de inAtlas

Publicado el 8 ago 2025



Silvia Banchini, directora comercial y operativa de inAtlas
Silvia Banchini, directora comercial y operativa de inAtlas

España atraviesa una profunda transformación en su sector retail. Tras años marcados por la incertidumbre económica, la inflación y cambios en los hábitos de consumo, la economía ha mostrado una resiliencia notable. El crecimiento del PIB por encima de la media europea y un consumo interno dinámico han favorecido que la inversión en retail superase los 2.600 millones de euros en 2024, alcanzando niveles récord. Este auge se refleja en la expansión del parque comercial, con nuevos desarrollos especialmente en comunidades como Andalucía y Madrid.

Sin embargo, este dinamismo no está exento de desafíos. La competencia se ha intensificado y los consumidores demandan experiencias híbridas que integren lo mejor del canal físico y digital. En este contexto, entender cómo, cuándo y por qué se mueven los visitantes en los espacios comerciales es esencial para personalizar la experiencia presencial, optimizar recursos y reforzar el impacto del canal online.

El análisis del footfall (afluencia de público) se convierte así en un recurso estratégico. Más allá de una métrica operativa, permite tomar decisiones mejor fundamentadas. Cuando se combina con tecnologías de geolocalización y datos sociodemográficos, revela patrones de comportamiento, zonas con alto potencial de conversión y oportunidades comerciales aún no explotadas.

Los últimos datos muestran que la afluencia en espacios comerciales creció un 9,2% interanual en abril de 2025, mientras que las ventas lo hicieron en un 7,3%. Estos resultados reflejan una recuperación sólida, pero también plantean una nueva complejidad: no basta con atraer visitantes; es crucial comprender su perfil, motivaciones y comportamiento para lograr una conversión efectiva.

Contar con información cualificada, actualizada y fácil de interpretar se ha vuelto imprescindible. Hoy es posible segmentar perfiles de visitantes, analizar su recurrencia, identificar zonas calientes dentro de las zonas comerciales abiertas (ZCA) y comparar el rendimiento entre ubicaciones. Existen zonas prime, y otras que pueden clasificarse según el índice de tracción comercial, la rotación a 3 años, la competitividad, el tipo de dotaciones o el grado de mix comercial.

Además, hay variables fundamentales a tener en cuenta para garantizar el éxito de una actividad comercial:

  • Centralidad, conectividad y aglomeración: ubicaciones en núcleos urbanos densos y bien conectados favorecen la viabilidad a largo plazo.
  • Densidad relativa de comercios: zonas con baja densidad comercial en relación con su entorno presentan mayor riesgo.
  • Costes de alquiler: un alquiler elevado en zonas con poco tránsito puede provocar insolvencias tempranas.
  • Movilidad de la clientela: el uso del transporte público, el coche privado y los hábitos laborales influyen directamente en las decisiones de compra.
  • Perfil del consumidor local: edad, ingresos y propensión al consumo definen qué tipo de comercio es viable en cada zona.
  • Políticas urbanas: los planes de revitalización, campañas de activación comercial o planes de movilidad tienen un impacto claro en la salud del tejido comercial.
  • Viviendas de uso turístico (VUT): el auge de los apartamentos turísticos transforma la demanda y requiere adaptar la oferta a un residente de corta estancia con hábitos de consumo distintos.

Esta lectura constante y granular del entorno permite a retailers, operadores y promotores ajustar su estrategia de forma más eficaz, basándose en datos de calidad y maximizando la rentabilidad.

El reto ahora es transformar los datos en una ventaja competitiva. Visualizar la información geográficamente ayuda a entender no solo el estado actual del negocio (clientes, competencia, proveedores), sino también a detectar de forma inmediata las mejores ubicaciones para crecer y adaptar la oferta a las características específicas de cada entorno.

El retail español tiene ante sí una oportunidad decisiva: consolidar un modelo más inteligente, ágil y centrado en el conocimiento profundo del cliente y del territorio. La clave será interpretar los datos no como cifras aisladas, sino como una radiografía del movimiento de las personas, sus necesidades y expectativas.

Aquellos que integren esta visión en su estrategia serán los que lideren la próxima etapa de crecimiento. Para lograrlo, será clave fomentar la colaboración entre operadores, analistas, tecnólogos y responsables de expansión. Solo una visión compartida, basada en datos fiables y herramientas adecuadas, permitirá construir un comercio más resiliente, conectado con su entorno y preparado para anticiparse a los desafíos del futuro.

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