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25 años de crisis y acelerones



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Juan Cabrera, redactor jefe de CHANNEL PARTNER

Artículo publicado el 30 may 2023

Juan Cabrera

Redactor Jefe de Channel Partner



Juan Cabrera, redactor jefe de CHANNEL PARTNER
Juan Cabrera, redactor jefe de CHANNEL PARTNER

CHANNEL PARTNER cumple 25 años. Como parte de este aniversario, en estos meses estamos echando la vista atrás para analizar cómo ha evolucionado el negocio de mayoristas, retailers, integradores y fabricantes desde finales de los 90 a esta parte.

En la edición de junio, ponemos el foco en los proveedores de tecnología, y en el baile que se han marcado los principales fabricantes en forma de compras y fusiones. Y de subidas y bajadas debido a las múltiples crisis y acelerones que ha experimentado esta industria, desde el efecto 2000 y el bum de las puntocom, a la crisis sanitaria de la Covid-19 y la ola de digitalización que acabó provocando, pasando por la crisis financiera de 2008 o la eclosión de la telefonía móvil, del ecommerce o de la nube.

La tecnología ha cambiado radicalmente en 25 años, y la industria que la soporta también. Y no precisamente para seguir igual, desoyendo la máxima de la novela de Lampedusa. La informática, que era un coto de frikis e iniciados en los años 90, hoy está al alcance de toda la humanidad. La combinación de redes sociales y smartphones son el ejemplo más palpable de esta universalización de lo digital.

El darwinismo empresarial también se ha cebado con la industria tecnológica. Ya no están Digital, Compaq, Sun Microsystems, CA, Veritas o Peoplesoft, entre otras muchas

A nivel empresarial, los cambios también han sido gigantescos. Corren por internet algunos datos muy ilustrativos de esta vorágine. Desde principios de siglo han desaparecido el 52% de las compañías del ranking Fortune 500. En este tiempo se han fusionado, han sido compradas o simplemente han echado el candado. Por otro lado, si hace 50 años la esperanza de vida de una empresa de este índice tan selectivo, que recoge la actividad de las 500 primeras compañías estadounidenses por cotización bursátil, era de 75 años, ahora no pasa de 15. Y sigue a la baja.

El darwinismo empresarial también se ha cebado con la industria tecnológica. En los últimos 25 años han pasado al recuerdo compañías gigantescas, icónicas y con una cultura corporativa muy definida, como Digital, Compaq, Sun Microsystems, CA, Veritas o Peoplesoft.

En 2000, IBM, Sony o HP dominaban el escenario, y una empresa hoy muy marginal, como Texas Instruments, estaba entre las primeras del mundo por volumen de negocio y competía de tú a tú en la fabricación de chips con gigantes como Intel o Samsung. En aquellos momentos el hierro imponía su ley.

Sin embargo, hoy sobresalen y dominan con claridad los mercados de valores las marcas con un modelo de negocio que convierte al usuario en el producto a vender. El caso más claro es el de Google, que en 1999 seguía teniendo como sede ¡un garaje!

En todo caso, en estos años la evolución corporativa más sorprendente es la de Apple, casi muerta y sin magia a finales del siglo pasado, y hoy convertida en la compañía más valiosa del planeta. Y la trayectoria más estable y robusta ha sido la de Microsoft, siempre arriba en el ranking de la América corporativa, a pesar de las vicisitudes y los volantazos de su dirección hasta la llegada de Satya Nadella y la apuesta definitiva por el cloud y su revalorización en los parqués.

Pero la historia no acaba aquí. El sector TI, a pesar de la resaca pospandemia, sigue estando de moda. Y marcará el devenir de la sociedad y la economía global, gracias en parte a innovaciones como la inteligencia artificial o la computación cuántica, cuyo alcance sólo empezamos a vislumbrar.

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