Mayra Martínez Avidad El riesgo en las operaciones comerciales en España se ha incrementado en 7 puntos con respecto al 2008, igualando por primera vez en los últimos años el nivel alcanzado en 2004. En concreto, España ha pasado del nivel 159 en 2008, a un 166 en 2009 -en una escala en la que 100 representa el menor índice de riesgo y 200, el mayor- según el estudio anual presentado hoy por la multinacional sueca especializada en servicios de gestión de crédito, Intrum Justitia.
La media del índice de riesgo en Europa en el último año ha sufrido un incremento algo menor (ha pasado de 150 a 154 puntos), siendo los países del norte los que menos riesgo registran (Suecia y Finlandia se sitúan por debajo del 129) y los del sur, los que presentan niveles de riesgo más dramáticos. Así, nos encontramos a la par de países como Italia, Polonia, Eslovaquia y Hungría, y sólo Portugal y Grecia nos superan en índice de riesgo (por encima del 170).
España es, sin embargo, una de las peores posicionadas en cuanto a los plazos de pago. Sólo Grecia supera los 98 días que España tarda de media en pagar sus facturas, lo que excede en casi tres veces a la media Europea (57 días). En el extremo opuesto se sitúa Finlandia (alrededor de 20 días).
El riesgo de impago en operaciones comerciales en España repercute en que en nuestro país el 90% de las empresas recibe sus pagos con retraso, porque, a su vez, sus clientes están sufriendo dificultades financieras. Luis Salvaterra, director general de Intrum Justitia ha subrayado que la crisis financiera está incrementando la morosidad debido a varios factores: las ventas se reducen, la liquidez disminuye y el acceso a créditos es cada vez más dificultoso. “El hecho de que las empresas en España lo tengan tan difícil para conseguir créditos, retrasa los pagos”, manifiesta.
España, el segundo país que más tarda en pagar
Para Salvaterra se trata de una cuestión estructural que se agrava cuando la coyuntura es desfavorable. El hecho de que España sea unos de los países con los plazos más largos de pago de Europa, refleja una cultura y legislación mucho más relajada, que agrava el riesgo. Y la tendencia sigue en alza: los retrasos de los pagos se han incrementado un promedio de 10 días con respecto al año anterior.
Según el estudio presentado hoy, el mayor responsable de este retraso son las administraciones públicas, que en España pagan en una media de 139 días. Se trata de la administración pública que más se demora en sus pagos de toda la Unión Europea y las consecuencias se dejan notar en la liquidez de las empresas. Según Intrum Justitia, si las administraciones públicas en España pagaran sus facturas en plazo, equivaldría a una inyección económica de 9.300 millones de euros. A pesar de todo, las pérdidas por impago en España, aunque han aumentado, siguen en la línea de la media europea. En España estas pérdidas se han incrementado de 2,2 en 2008, al 2,4% en 2009, mientras Europa han pasado del 2 al 2,4%. Esto significa que, a pesar de que los plazos de pago son mucho más extensos y que el riesgo por impago también es mayor, los pagos en nuestro país llegan a efectuarse en una media que se equipara a la europea.