La semana pasada reunió Acer a 80 partners certificados en un hotel del centro de Madrid. Allí, Massimo D’Angelo, responsable de Acer en el sur de Europa y en España, señaló que la compañía pretende “ser referencia en el segmento de los dispositivos conectados”. En roman paladino, Acer quiere seguir siendo un referente en el mundo del portátil y de los sobremesas, pero, para compensar los vaivenes del mundo del PC, también va a hacer énfasis en tabletas, con una ampliación de la gama Iconia, y a partir del febrero empezará a vender sus smartphones a través de su red comercial.
Josep Hilari, responsable de marketing de Acer Ibérica, afirmó que Acer es lo que es “gracias a su canal certificado”. Aunque en España, según la compañía, hasta 9.000 distribuidores venden en algún momento producto de la marca taiwanesa, el canal acreditado está conformado por 300 firmas. De esas, unas 200 tienen el nivel de certificación Silver, mientras que el centenar restante son Gold y Platinum. Adicionalmente, Acer cuenta con unos 80 Acer Points, tiendas exclusivas y cargadas de merchandising de la firma.
Sobre la última reestructuración de Acer Ibérica, Miguel Sebares, sales manager y otro de los hombres clave, junto a Hilari y D’Angelo, destacó que ha sido posible porque “Acer es una empresa ágil y las decisiones se toman rápido”.
Acer vende en España a través de los mayoristas Ingram Micro, Esprinet, Tech Data, Vinzeo, MCR y Olympia Canarias, y la facturación de la filial (contando el negocio en Portugal) en 2013 creció un 2%. Sin embargo, si se mira al número de máquinas colocadas en mayorista, el panorama no ha sido propicio para la compañía en los últimos trimestres. Según IDC, Acer dejó de vender en España un 53% en el segundo trimestre de 2013, mientras que en el tercer trimestre del año el descenso se situó en un 46%. Los excesos logísticos de periodos precedentes y la práctica desaparición del netbook de los lineales y de las preferencias de los usuarios, un formato donde Acer dominaba con claridad, explican estos descensos.
