Según el estudio del INE «España en la UE de los 25», los trabajadores españoles son poco productivos, por lo menos en el concierto europeo. En relación a la media comunitaria, la productividad por hora trabajada en España es 16 puntos inferior, por debajo de 15 países. Mientras tanto, la productividad por persona empleada se sitúa cuatro puntos por debajo del promedio.
A pesar de esto, la economía ha seguido una tendencia de crecimiento por noveno año consecutivo, con un incremento medio del PIB en términos constantes superior al de la UE, hecho que acelera el proceso de convergencia real hacia los socios comunitarios. El PIB ascendió a 743.046 millones de euros en 2003 (7,6% del PIB de la unión), cifra por la que somos la quinta economía en la UE. Sin embargo, el producto interior bruto por habitante se sitúa en el decimotercer lugar.
El nivel de precios en España está 14 puntos por debajo de la media comunitaria y el camino que le queda por recorrer al comercio electrónico es amplio. Tan sólo un 0,3% de la cifra de negocio de las empresas se consigue vía electrónica, frente al 1,1% medio de la UE. Y esto a pesar de que el 84% de las empresas españolas de más de 10 empleados tiene acceso a Internet. Las tecnologías de la información aún deben jugar un gran papel para subsanar tanto los datos negativos de productividad como de otras facetas relacionadas con el negocio digital.
Además, la tasa de ocupación en nuestro país es baja en relación a los demás países miembros (un 59,7% en 2003 frente al 62,9% comunitario) y la temporalidad del empleo se eleva al 30,6%, más del doble de la media de la Unión. Y las estadísticas laborales indican que España, aun cuando es el estado de mayor crecimiento del empleo femenino, se sitúa en el cuarto puesto de la cola de tasa de ocupación de la mujer (con tan sólo el 46%).
