Un informe de Seres detalla cómo evoluciona la implantación de la factura electrónica en Europa. En España, este formato previsiblemente será obligatorio en los dos próximos años para cualquier empresa, desde autónomos a grandes entidades, según marcó en su momento la Ley Crea y Crece. Aunque está pendiente de aprobación el reglamento técnico que marcará la cuenta atrás para la adaptación.
Todo ello se produce en un contexto en el que la propia Unión Europea (UE) está impulsando la digitalización fiscal a través de la estandarización de procesos y el uso de formatos estructurados, como XML, para facilitar el intercambio transfronterizo. Este esfuerzo se ve reforzado por la reciente aprobación del Proyecto ViDA, que moderniza el sistema del IVA y establece nuevos estándares para la facturación electrónica en el bloque.
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La avanzadilla italiana
Italia es el país pionero en implantar la factura electrónica en Europa. Desde junio de 2014 es obligatoria para las empresas que trabajan con el sector público. Y esa obligatoriedad se extendió a las transacciones entre empresas privadas el 1 de enero de 2019, convirtiendo a Italia en el primer país de la UE en hacerlo a nivel general. El país transalpino incluso ha llevado el formato a las transacciones entre empresas y consumidores finales, aunque en este caso, el consumidor no está obligado a recibirla electrónicamente y puede solicitar una copia en papel.
El caso de Francia y Alemania
Tal y como detalla la guía de Seres, en Francia, la factura electrónica avanza hacia la obligatoriedad de facturación electrónica en entornos business to business (B2B), es decir, entre negocio y no con usuarios finales, y la presentación de informes electrónicos para las grandes y medianas empresas en 2026. Este país comenzará la fase 1 de la implementación de la factura electrónica en entornos B2B en 2027, al igual que Alemania.
En Grecia, las entidades dependientes de la Administración general deben empezar a facturar electrónicamente en el ámbito de las empresas que tienen contratos con el sector público (B2G) a partir de junio de este año, mientras que a partir de octubre, todas las entidades deberán reportar obligatoriamente los datos de las facturas electrónicas a través de MyDATA.
La mayoría de los Estados miembros de la UE están estableciendo plazos para la entrada en vigor de la obligatoriedad de uso de la factura electrónica en 2026, como Portugal, Bélgica, Polonia, Croacia y Letonia. Por su parte, Eslovenia ha aplazado el proyecto de factura electrónica para el ámbito B2B hasta el 1 de enero de 2027.
La modernización del IVA con el Proyecto ViDA
La Unión Europea también ha dado un paso decisivo con la aprobación de las propuestas del Proyecto ViDA el 11 de marzo de 2025. Este proyecto, iniciado por la Comisión Europea el 8 de diciembre de 2022, busca modernizar el sistema del IVA, combatir el fraude y promover la economía de plataformas mediante tres pilares: requisitos de información digital en tiempo real basados en la facturación electrónica, un registro único de IVA a través del modelo de ventanilla única y nuevas normativas para plataformas digitales.
A partir de julio de 2028, las empresas podrán registrarse en un solo país para cumplir con las obligaciones de IVA, y los sistemas nacionales de facturación electrónica deberán converger con el estándar ViDA antes de 2035, con un impacto significativo en la simplificación de procesos para el comercio B2B y la reducción de costes asociados.
La factura electrónica fuera de la Unión Europea
La factura electrónica en Europa no solo avanza en el territorio de la Unión Europea. El Reino Unido, por ejemplo, ha puesto en marcha una consulta sobre la factura electrónica obligatoria que concluirá el 7 de mayo de 2025, mientras que en Serbia las empresas privadas comenzarán a enviar y recibir albaranes electrónicos en el ámbito B2B a partir de octubre de 2027.
Por su parte, Noruega también lanzará una consulta para evaluar la implementación de la factura electrónica y la contabilidad digital a lo largo de 2025.
Situación de la factura electrónica en España
Según Seres, el volumen de facturas electrónicas en entornos B2B en España rozó los 558 millones de facturas en 2024, marcando un récord histórico, con un incremento del 21% respecto al año anterior. Solo en 2024, el uso de esta herramienta tecnológica generó un ahorro de más de 4.328 millones de euros en costes de gestión en el entorno B2B y una reducción de tiempo en horas de trabajo equivalente a 1.194 años laborales, evitando asimismo un uso de papel equivalente a la tala de 31.117 pinos. No obstante, según los expertos, solo un 6 o 7% de las facturas que se hacen en España entre empresas llevan un formato estructurado en la actualidad.