El matrimonio entre la telefonía móvil e Internet ya se había establecido antes de que la feria 3GSM viera la luz. Sin embargo, los servicios no habían sido una panacea hasta el momento. La edición de este congreso, celebrada en Barcelona, ha servido para consumar la integración de ambos mundos gracias a la combinación de un tercer elemento: la banda ancha. La feria, que ha recibido la visita de unas 55.000 personas (según estimaciones de la organización), ha mostrado la revolución no sólo social que está acarreando la comunicación móvil, sino también a nivel tecnológico e incluso empresarial. Así, 3GSM sirvió de escaparate tanto para los operadores y fabricantes tradicionales de telecomunicaciones, como para firmas de informática y otras ajenas al sector de las TI, que ven en la telefonía una nueva fórmula de expandir su marca.
1.300 expositores han llevado a la feria sus últimas apuestas. El acceso a la televisión a través del móvil y la nueva generación web 2.0 (que se apoya en contenidos suministrados por los usuarios, tal es el caso de los populares blog), han sido algunas de las áreas en las que los fabricantes han hecho hincapié en sus presentaciones. También se debe destacar la integración y el soporte de nuevos estándares, tal es el caso de la nueva tecnología HSPA, gracias a la cual se ha conseguido multiplicar por cuatro la velocidad de subida de ficheros para colgarlos en Internet.
Asimismo, Microsoft que tiene muy clara la necesidad de mandar también en este mercado, quiso que 3GSM fuera testigo de la presentación del nuevo sistema operativo Windows Mobile 6.0. HP y su nuevo teléfono móvil, el iPAQ 514 Voice Messenger, que permitirá desplegar funcionalidades de correo electrónico y el establecimiento de comunicaciones VoIP, fueron una muestra de la confianza de la industria en la plataforma de Microsoft.
Otros datos ofrecidos por la organización hablan del éxito de 3GSM como foro para hacer negocio. Así, según una encuesta realizada, uno de cada cuatro visitantes afirma haber iniciado en este congreso contactos para futuras negociaciones, mientras que uno de cada diez afirma haber cerrado en Barcelona alguna operación.
