Con un tejido empresarial compuesto fundamentalmente por pymes y una población de más de ocho millones de personas, Andalucía es la tercera comunidad autónoma por PIB del mercado español, a pesar del elevado índice de desempleo, la balanza comercial negativa y su dependencia del sector terciario.
En el terreno de las tecnologías de la información Andalucía también destaca por el alto número de empresas dedicadas a esta actividad que deben atender a más de 245.000 pymes y, sin embargo, también sobresale por su mínima especialización en áreas tecnológicas y la reducida prestación de servicios de valor añadido.
De acuerdo a un estudio realizado por la Consejería de Economía e Innovación de la Junta de Andalucía correspondiente al año 2010 (el más reciente del que se tiene constancia), el sector TIC está formado por más de 1.600 empresas, de las cuales más de un 88% responden al perfil de pequeña empresa o micropyme, lo que pone de manifiesto el elevado grado de atomización del sector.
Como explica Torcuato Luca de Tena, director de la oficina de Sevilla de Near Technologies, un partner especializado en servicios de valor añadido con 17 millones de euros de facturación y 300 consultores, las firmas TIC del sector son poco competitivas y sin un expertise concreto por el elevado grado de diversificación del tejido empresarial andaluz. “Es muy difícil encontrar compañías potentes por áreas verticales porque no tenemos una representación fuerte en ningún sector empresarial”. Además, según él, su único factor competitivo continúa siendo el precio, lo que demuestra el mínimo grado de capacitación.
Los servicios es la principal actividad del 22,5% de las empresas TIC que operan en Andalucía, de acuerdo a los datos facilitados por la Consejería de Innovación e Industria que también revela el alto porcentaje de empresas dedicado a actividades de programación (17%) y tareas de consultoría.
Por otro lado y de acuerdo a la clasificación de Ametic, el subsector de actividad que presenta mayor nivel de desarrollo en la comunidad es el de servicios asociados a las tecnologías de la información y las comunicaciones con un 36,75% del volumen total, mientras que otro 25% declara trabajar en la industria de las tecnologías de la información y las comunicaciones.
Todo esto se traduce en un 70% del volumen total de negocio procedente de la venta de servicios, mientas que la comercialización de productos ya tan solo representa el 30% del negocio restante. A pesar de esta clara apuesta por los servicios, el empleo del área TIC descendió un 2,28% en el ejercicio de 2010 (32.321 trabajadores) como consecuencia de los adversos efectos de la crisis económica.
