Una información que hoy publica el diario El Paíspone en entredicho las prácticas financieras de Apple en España. Y es que, según el diario, la compañía de la manzana factura el 99% de lo que vende a escala local en Irlanda. Es decir, que las arcas del Estado apenas se están beneficiando de las ganancias generadas por el iPhone o el iPad, a pesar de que ha seducido a muchos españoles.
Según El País, la multinacional opera en España a través de Apple Marketing Iberia, que solo actúa “como mera comisionista por las ventas obtenidas para el grupo, que se facturan desde Irlanda, un país con una fiscalidad mucho más ventajosa para las grandes multinacionales”.
Según datos del Registro Mercantil referidos a 2010, la filial española tuvo una cifra neta de negocio de 13,9 millones de euros, mientras que el negocio generado por la manzana en España se calcula en 1.400 millones. El País llama la atención sobre los impuestos que el Estado deja de percibir por estas prácticas que explotan la falta de unificación fiscal en el ámbito de la Unión Europea.   El cálculo es el siguiente: si Apple facturase en España tendría que pagar unos 100 millones de euros en concepto de impuesto de sociedades por un beneficio bruto total cercano a los 400 millones de euros. Sin embargo, por las comisiones que factura la filial española (de un 1% del total de las ventas), sólo abona dos millones por este concepto. Mientras que en España, el impuesto de sociedades es del 30%, en Irlanda esta tasa se queda en el 12,5%.
El País pone en duda incluso que Apple haga frente a esa fiscalidad reducida de Irlanda y recuerda que algunas multinacionales estadounidenses, como Google, “ingenian mecanismos para transferir desde Irlanda, vía Holanda y Luxemburgo, el grueso de sus beneficios a paraísos fiscales donde quedan en la práctica exentos de tributación o esta se va difiriendo indefinidamente en tanto no se repatríen a EE UU”.
El diario también asegura que las ventas de la compañía de la manzana se dispararon a escala local un 44% en el ejercicio finalizado el 30 de septiembre de 2010, en plena crisis y mientras otros competidores, sobre todo del mundo del PC, se desangran.   El País también da cuenta de lo ocurrido a la otra filial de Apple en España, Apple Retail Spain, la sociedad que gestiona las dos tiendas propias que la firma ha abierto en los últimos tiempos en la Península. Esta firma, que tiene previsto hacer otras 10 aperturas, cerró el ejercicio 2010 con unas pérdidas de 1,37 millones de euros, tras lograr unas ventas de 5,4 millones.