Su sucesor es su hombre de confianza, Steve Ballmer, quien hasta ahora ocupaba el cargo de consejero delegado. La noticia coincide con la decisión del gobierno norteamericano de forzar la segregación de la compañía en varias piezas como “castigo” al supuesto monopolio que Microsoft tiene en el campo de los navegadores en Internet. Sin embargo, fuentes de la compañía han negado en todo momento que la decisión de Gates tenga algo que ver con ello. Ballmer lo ha rechazado con firmeza y ha señalado que sería “temerario e irresponsable y el peor servicio que nadie pueda hacer a los consumidores de la empresa”. Por otro lado, el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha negado que se haya llegado a un acuerdo con Microsoft para dividir la compañía en dos, una dedicada a los sistemas operativos y otra centrada en las aplicaciones. Por el momento, la compañía sigue manteniendo intensas negociaciones para buscar un acuerdo extrajudicial que evite una sentencia firme por parte del juez Penfield Jackson. Los alegatos finales están previstos para finales de septiembre aunque la sentencia no se producirá hasta septiembre.
La reciente fusión entre el mayor proveedor de Internet (AOL) y Time Warner también ha desatado una ola de especulaciones sobre si la decisión de Gates tiene algo que ver con esto. Los rumores sobre una posible compra por parte de Microsoft de una empresa de contenidos (podría ser Yahoo!, pasando por el grupo Disney) han sido desmentidos, y Gates ha asegurado que seguirá centrándose en el negocio del software y que no tiene previsto comprar ninguna empresa de contenidos.
Bill Gates ha conseguido en 25 años levantar un verdadero imperio valorado en más de medio billón de dólares y actualmente es el hombre más rico del planeta. Sus detractores le han acusado siempre de ser demasiado ambicioso y querer monopolizar el mercado del software, mientras que sus defensores lo califican como una persona que de la nada creó un verdadero imperio y desde siempre ha luchado por sacarlo adelante.
