El índice de piratería en España es preocupante, pues tal y como explica Luis Frutos, presidente de la BSA, «casi una de cada dos soluciones de software del mercado son piratas, lo que supuso en 2003 unas pérdidas de 412 millones de euros. Se trata de un fraude para la economía española». Estos son datos del informe presentado por la BSA organización dedicada a la promoción del software legal-, realizado por primera vez por IDC. Con estas cifras en la mano, la industria local tiene un futuro incierto, «su desarrollo está comprometido y, sobre todo, la competitividad de la pyme española, porque afecta a sus sistemas de negocio», explica Frutos. Pero si algo le preocupa a este responsable y a la organización que representa, es el canal de distribución informático español que, en sus propias palabras, «supone una puerta abierta a la piratería del software. Canibaliza al sector y representa su propia competencia». De hecho, vaticina que, de seguir así las cosas, el canal se reducirá a la mitad lo cuantifica actualmente en unas 10.000 compañías- si sus agentes no utilizan el software como elemento diferencial y de valor añadido. «Entre el 40 y el 45 por ciento del canal comercializa software ilegal. Además, en muchos casos, traslada la piratería al usuario final sin que, en ocasiones, éste sea consciente de ello». Por todo esto, Frutos realiza una clara llamada de atención, pues quiere que los distribuidores denuncien a aquellos colegas que realizan estas prácticas porque merman las oportunidades de negocio de los agentes legales. «Han de ser activos para que esto no les perjudique», concluye Frutos.
Según el mismo, las diferencias respecto a otros países de nuestro entorno son también significativas, pues la media de piratería en la UE es del 36 por ciento, aún lejos del 22 por ciento de Estados Unidos. En el mundo, las pérdidas económicas asociadas a la piratería rondan los 29.000 millones de dólares.
