Atención a lo que hacen las multinacionales porque suele marcar tendencia y se acaba filtrando al resto del tejido empresarial.. Según un informe elaborado conjuntamente por Regus y Unwired Ventures, las grandes corporaciones que están saliendo de la recesión se han fijado como objetivo reducir considerablemente sus costes inmobiliarios, aumentar sus plantillas sin ampliar el espacio de trabajo y tratar de ser realmente más sostenibles. Dicho informe revela que la meta de las multinacionales es reducir de 19.000 a 7.000 dólares el coste por puesto de trabajo a través de la innovación, la movilidad y la adopción de nuevos modelos de trabajo.
El informe titulado Agility@Work se basa en testimonios de responsables inmobiliarios de grandes multinacionales como Nokia, Accenture, BP, Barclays y la BBC, además de casos prácticos de Vodafone, Macquarie Bank e Interpolis entre otros. Presenta seis bloques de factores que se tendrían que tener en cuenta para conseguir reducir los costes que acarrean cada puesto de trabajo: gastos inmobiliarios, cultura de empresa, ámbito personal, tecnología, transporte y sostenibilidad.
Para alcanzar el objetivo, el informe hace las siguientes recomendaciones:
• Gastos inmobiliarios: recoger información sobre el grado de utilización y los costes de traslado de los puestos de trabajo, determinando así los costes reales de la ocupación.
• Cultura de empresa: dejar de dirigir mediante vigilancia y empezar a basarse en los resultados.
• Ámbito personal: determinar minuciosamente las necesidades de cuatro generaciones de empleados.
• Tecnología: unificar la tecnología que usa la empresa para que los empleados puedan trabajar sin problemas desde cualquier lugar.
• Transporte: reducir las necesidades de transporte del personal mediante múltiples centros de trabajo.
• Sostenibilidad: disminuir las emisiones de carbono de una cartera inmobiliaria menor gracias a la adopción de sistemas de informática.
Mark Dixon, director ejecutivo de Regus, comenta: «Nuestro modelo actual de trabajo es claramente insostenible. Se trata de un planteamiento de la era industrial que se ha quedado tan desfasado que contribuye de forma determinante o muy importante a muchos de los problemas a los que nos enfrentamos: desde la incompatibilidad entre la vida profesional y la privada, hasta el frágil equilibrio de los balances financieros de las empresas y la degradación del medio ambiente. Al adoptar una forma mejor de trabajar que implique agilidad en el cómo, el dónde y el cuándo trabajar, podremos mejorar nuestras vidas, nuestro negocio y el medio ambiente.»



