Compaq ha presentado un informe con los datos financieros preliminares de su tercer trimestre que finalizó el 30 de septiembre. En dicho informe, la compañía ha anunciado que espera unos ingresos para dicho trimestre que podrían rondar los 7.400, o 7.500 millones de dólares (1,3 ó 1,4 billones de pesetas / 8.030 o 8.139 millones de euros), una cantidad sensiblemente inferior a la estimada por los analistas (8.200 millones de dólares) y por la propia compañía (8.400 millones de dólares). Además, ha anunciado unas pérdidas de entre 5 y 7 centavos por acción.
Para Michael Capellas, CEO de Compaq, la causa de este receso en los beneficios empresariales reside en el deterioro de la economía, aguzado por los acontecimientos terroristas del 11 de septiembre, y en otros problemas relacionados con la cadena de abastecimiento.
En este sentido, el directivo también ha señalado que el sector de la distribución ha sido el que se ha visto más afectado por las consecuencias derivadas del ataque que han vivido las compañías aéreas. La cancelación de vuelos y los retrasos en los envíos desde Taiwan han hecho imposible satisfacer las demandas. Más de 300.000 unidades de producto tendrían que haber sido enviadas, pero no lo han sido, asegura Capellas. Asimismo, el directivo en una entrevista se atrevió a calificar la situación vivida en el mes de septiembre como de Tormenta Perfecta
Los cambios en las condiciones de mercado también han afectado a las inversiones de la compañía.
A causa de esto, Compaq registrará una carga extraordinaria de 500 millones de dólares por la pérdida del valor de su inversión en la compañía de Internet CMGI y sus filiales.
