Compumarket se mueve en los difíciles terrenos de la fabricación de PCs y la venta de componentes. Sin embargo, la compañía acabó el año 99 por encima de las previsiones. Compumarket ingresó en el pasado ejercicio fiscal 3.955 millones de pesetas, una cifra que supuso un 28 por ciento más que en 1998 y superó en más de 250 millones las estimaciones de la dirección, que considera que este año se podrían alcanzar los 4.300 millones de pesetas.
El pasado año estuvo caracterizado, según Alberto Cabuli, director de marketing de la firma, por el crecimiento homogéneo en todos los departamentos, aunque fue el multimedia el que se mostró más dinámico. Esta tendencia se consolidará este año, pues, según desvela Cabuli, se podría incorporar dos nuevas marcas de productos multimedia próximamente.
No en vano, en 1999 Compumarket firmó un acuerdo con Life View que le permitió incorporar a su catálogo multimedia tres grandes gamas de producto las tarjetas de captura de televisión en PC Fly Video (PCI), las tarjetas de captura USB, y las cámaras para videoconferencia. También firmó en el periodo con el fabricante de networking Ovislink.
Asimismo, Compumarket potenció su faceta de mayorista OEM de Microsoft. A este respecto la compañía ha anunciado diversas promociones con el fin de impulsar la venta a ensambladores de productos de este desarrollador.
Sin embargo, no le fue tan bien a Compumarket en el área del ensamblaje, actividad que perdió peso frente a la del mayoreo. Según confirma Alberto Cabuli, la producción del 99 permaneció igual a la del año anterior alcanzando los 5.600 equipos (4.400 sobremesas con procesadores PII y 600 con AMD K6, y 600 portátiles), aunque los márgenes subieron ligeramente.
El área de portátiles no pudo siquiera mantener el nivel de 1998, periodo en que Compumarket sacó al mercado 1.100 equipos. Según Alberto Cabuli, las perspectivas para la integración este año “son poco alentadoras”. No obstante, el directivo lo achaca a la mala coyuntura general del sector de los clónicos “En un marco donde están faltando los productos y donde las marcas se presentan con precios muy atractivos, todo es propicio para que se produzca esta pérdida de peso”.
De cualquier manera Cabuli prefiere esperar a mayo o junio para saber si se trata de un parón estructural o de una contingencia pasajera.
