Despunta el interés por el SaaS

Según una encuesta realizada por Gartner, el 71% de las organizaciones consultadas reconocen que llevan usando esta fórmula desde hace menos de tres años.

Publicado el 28 Nov 2012

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De acuerdo con Gartner, la adopción de SaaS ha crecido de manera espectacular entre los usuarios de soluciones de software empresarial, aunque su implantación varía ampliamente según los mercados. Este dato se sustenta en una encuesta realizada recientemente por la consultora según la cual el 71% de las organizaciones han estado utilizando esta fórmula desde hace menos de tres años.

En junio y julio de 2012, la firma de análisis entrevistó a 556 organizaciones de 10 países y cuatro regiones (Norte y Sur América, Europa y Asia /Pacífico) para estudiar la evolución de esta tendencia desde los tradicionales modelos de licencia de software y hacerse una idea acerca de cómo y dónde se están gastando los presupuestos destinados a software.

Los resultados obtenidos indican que el interés por desplegar este sistema sigue siendo fuerte y continúa extendiéndose debido a los adoptantes tardíos. Brasil registró el mayor número de nuevos usuarios, pues el 27% de los encuestados reconocieron que recurrían a esta modalidad de uso desde hace un año.

La implementación de soluciones de red nuevas o la sustitución de las existentes es el principal motor de adopción de SaaS. A nivel mundial, hay un cambio en la aceptación de esta fórmula desde ampliaciones de las aplicaciones existentes hasta nuevos despliegues o sustituciones de los aplicativos on-premise vigentes.

“Aunque aproximadamente la mitad de los encuestados en Asia / Pacífico indicaron que el driver primordial de adopción de SaaS fueron los nuevos despliegues, los estadounidenses y europeos manifestaron que su principal impulsor fue el reemplazo de las aplicaciones on-premise existentes”, apunta Charles Eschinger, vicepresidente de investigación de Gartner. “No es sorprendente que SaaS esté siendo implementando a raíz de nuevos despliegues en Asia / Pacífico ya que muchos de los usuarios son empresas relativamente nuevas con pocos sistemas preexistentes. Los mercados de EEUU y EMEA son maduros y ya poseen soluciones empresariales por lo que están empezando a utilizar SaaS como un reemplazo de sus aplicaciones existentes”.

Según la encuesta, se estima un aumento de las inversiones en SaaS en todas las regiones. De hecho, el 77% de los encuestados espera que aumente el gasto en SaaS, mientras que el 17% planea seguir gastando lo mismo. Más del 80% de los entrevistados en Brasil y Asia/Pacífico indicaron un mayor gasto en las aplicaciones SaaS en los próximos dos años. Por su parte, el 73% de los encuestados en Estados Unidos y el 71% de los europeos pretenden aumentar el gasto en esta partida.

“El aumento del gasto en SaaS no es una gran sorpresa ya que la adopción del modelo de despliegue on-demand ha crecido durante más de una década, aunque su popularidad se ha incrementado significativamente en los últimos cinco años“, especifica Eschinger. “Las preocupaciones iniciales sobre seguridad, tiempo de respuesta y disponibilidad de servicio han disminuido en muchas organizaciones en tanto en cuanto el negocio SaaS y los modelos informáticos han madurado y su adopción ha llegado a ser más generalizada”.

Las aplicaciones de gestión de relaciones con clientes (CRM) y de gestión de contenidos empresariales (ECM) son las soluciones implementadas recientemente con mayor frecuencia, según los encuestados. Asimismo, las propuestas de gestión de la cadena de suministro (SCM), conferencias web, plataformas de trabajo en equipo y sociales son los principales aplicativos que vienen a reemplazar las soluciones on-premise.

“La decisión de desplegar aplicaciones basadas en SaaS dentro de una organización depende de la criticidad de la solución, así como de la geografía, la agilidad del negocio, el escenario de uso y la arquitectura de TI. Pocas organizaciones migrarán completamente a SaaS. Combinarán esta fórmula con los sistemas tradicionales on-premise haciendo hincapié en la integración y la migración entre diferentes modelos de despliegue”, concluye Eschinger.

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Cristina Albarrán

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