El pasado día de Navidad acabó el plazo para fijar las tecnologías sobre las que se va a aplicar el canon y las tarifas correspondientes. Y no hay acuerdo. Aunque no han transcendido oficialmente los detalles de las negociaciones, fuentes próximas a Aetic (Asociación de Empresas de Electrónica, Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones de España) han confirmado a CHANNEL PARTNER que las posturas de los diferentes negociadores son antagónicas y no ha sido posible encontrar un punto en común. Las razones de por qué no se ha llegado a un acuerdo se conocerán la semana próxima, ya que los interlocutores (entre los que se encuentran varias entidades de gestión de derechos de autor, así como Aetic y Asimelec) prefieren comunicarlo primero a los Ministerios de Industria y Cultura, que, según la Ley de Propiedad Intelectual (LPI), son los que tendrán que arbitrar para fijar las tasas definitivamente, cosa que puede suceder en el próximo mes de marzo.
Asimelec ha sido la patronal más activa en la defensa de los fabricantes de dispositivos y soportes. Desde el primer momento los responsables de esta asociación han visto como positivo que en la ley se especificara que el pago del canon debe realizarlo la persona física, lo cual excluye a las empresas, que son personas jurídicas. Asimismo, la asociación empresarial no ha visto con malos ojos la intervención final de los ministerios para fijar productos o tarifas y el criterio de proporcionalidad con respecto al precio. Esta última potestad es fundamental, pues hasta ahora el precio final de un CD o DVD incorpora un canon fijo y no se calcula como un porcentaje del precio, lo que ha llevado a una situación surrealista. Y es que ahora mismo se paga un canon de 17 céntimos de euro por un CD que ronda los 30 céntimos, mientras que para un DVD cuyo precio final no sobrepasa un euro, la tasa se eleva a los 60 céntimos.
Sin embargo, Asimelec no ha visto con tan buenos ojos otros aspectos igualmente relevantes de la LPI y que pueden ser aprovechados por las entidades de gestión para extender el gravamen y su cuantía. Así, se ha quejado de que en el texto de la nueva ley no se haya eliminado el criterio de “idoneidad”, por el que cualquier aparato puede ser tasado. Además, desde Asimelec han señalado que en el trámite parlamentario se perdió el matiz del uso preferente, que es aquel que preveía que la compensación por copia privada sólo se aplicase en aquellos dispositivos pensados para grabar, y no para aquellos que, circunstancialmente, pueden hacerlo (como los móviles). Por otro lado, los responsables de la asociación han señalado que las entidades gestoras no sólo quieren cobrar esta tasa, sino incrementarla en función de la capacidad de almacenamiento del dispositivo que se trate. Por otra parte, Asimelec considera que el canon es un abuso que está fuera de lugar toda vez que ya existen tecnologías en el mercado que impiden la copia de determinadas obras. Es el caso de los sistemas DRM (digital rights management) que incorporan algunos CD y DVD o las tecnologías TPM para impedir las copias de los soportes.