El fabricante ha querido combinar aspectos de la venta directa con el recurso al canal de distribución en una estrategia que ha bautizado como “directo.com.servicio”.

El mercado de ASP crecerá de unos 820 millones de dólares en 1999 a 5.100 millones de dólares en el 2001

Publicado el 14 Ene 2000

Según Datamonitor, el mercado de ASP crecerá de unos 820 millones de dólares (131.200 millones de pesetas) en 1999 a 5.100 millones de dólares (816.000 millones de pesetas) en el 2001, con un crecimiento anual estimado del 149 por ciento. Para la consultora, la convergencia de voz y datos, así como la globalización del mercado, ha llevado a niveles jamás vistos de competición en el sector de las comunicaciones. El resultado es un crecimiento espectacular de los proveedores de servicios de aplicaciones, que ofrecen, entre otras aplicaciones, ERPs, herramientas de colaboración y automatización de fuerza de ventas, Web hosting o aplicaciones e-business y de comercio electrónico.

Los expertos aseguran que la figura que vende al cliente final tiene que integrar productos y servicios de diferentes tipos de proveedores (ISVs, ISPs, etc.). De hecho, el ASP lo aglutina todo, construye su oferta y la lanza. Para Ignacio Garicano, director general de Progress Software, el perfil del suministrador de este tipo de aplicaciones es un VAR, “que las sitúa a disposición de los clientes a través de Internet”.

En España no se están alquilando aplicaciones, pero hay empresas que ya están preparándolas para que puedan alquilarse a través de la Web. “Ahora el canal tiene una segunda forma de vender. Se trata de poder dar al cliente una nueva alternativa, sobre todo cuando se encuentra con barreras de precio. Y es que, clientes que nunca lo hubieran sido por un tema de coste, lo van a ser ahora”.

Son varios los personajes que intervienen para crear una oferta ASP vendedores de hardware, distribuidores, integradores, casas de servicios, vendedores de aplicaciones, vendedores de comunicaciones, etcétera.

Además de ser aplicaciones mucho más baratas, también se reduce la inversión en hardware, ya que las empresas que quieran alquilar aplicaciones sólo necesitarán PCs que cuenten con un simple navegador. No precisarán servidores ni grandes infraestructuras en comunicaciones. Además, la puesta en marcha de un servicio de alquiler de aplicaciones supone que estará operativo siete días a la semana 24 horas al día.

Según Ignacio Garicano, algunos clientes pueden considerar que, por razones de seguridad, todavía es peligroso depositar los datos corporativos fuera de su empresa. Además, el rendimiento de las aplicaciones será mucho más lento que estando conectadas a la red local de la propia empresa. “Pero esto es algo que las compañías telefónicas tendrán que arreglar tarde o temprano”.

En opinión de Garicano, si un VAR quiere actuar como un ASP tendrá que hacer, fundamentalmente, una inversión en desarrollo.

“Dependerá del tipo de aplicación que quiera vender. Si es muy sencilla y se puede desarrollar en 4 meses, tendrá que invertir en un equipo de desarrollo en cuatro meses. Si lo que quiere hacer es una especie de Baan o SAP para ponerlo en alquiler, puede tardar años en desarrollarlo. En este sentido, la inversión va ligada al coste del desarrollo”.

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