A primera vista, el cese de esta actividad no parece muy lógico cuando HP Española ha obtenido de esta planta en el presente año fiscal 145.287 millones de pesetas, frente a los casi 115.00 millones del año anterior. Además, una buena parte de esos ingresos de la planta de Barcelona vienen de las exportaciones. A todas estas cifras hay que sumar la de las 198 personas que trabajaban en el ensamblaje de impresoras y con las que la compañía está negociando un plan social, sobre el que HP, ha preferido no dar detalles. Tan sólo ha aclarado que incluirá compensaciones económicas, posibilidades de recolocación, y otras ayudas personales.
De momento, la fábrica de Sant Cugat del Vallés va a seguir diseñando nuevas gamas de productos y desarrollando tecnología. La planta continuará con sus actividades de Ingeniería de I+D y Fabricación, Marketing, Administración y Finanzas.
La causa del cese de las actividades de ensamblaje, según HP, ha sido la rentabilidad, y es que en ocasiones los costos de fabricación son más caros en Europa que en otras partes del mundo. Sin embargo, la compañía todavía no ha explicado a qué planta trasladarán el ensamblaje de equipos de impresión.