La fabricación en España se está convirtiendo en un desierto. El último oasis en desaparecer se encontraba en Sant Cugat del Vallés. Hewlett-Packard ha anunciado el cese de las actividades de ensamblaje de impresoras de la planta situada en territorio barcelonés. El freno de la producción de impresoras (una media de 30.000 dispositivos de impresión al mes) echa por tierra el tan celebrado desarrollo tecnológico del que gozaba Cataluña, y por extensión España. El panorama en materia de fabricación no parece muy alentador ya que, en los últimos años las grandes compañías del sector han ido retirándose del paisaje informático español, y ahora, con esta última desaparición, la industria en nuestro país se reduce a una minúscula muestra la planta de Lucent Technologies en Tres Cantos y la de Fujitsu en Málaga.
El anuncio del cese del ensamblaje de impresoras en la planta de Sant Cugat del Vallés ha resultado, cuando menos, inesperado. HP Española ha obtenido de las exportaciones de impresoras de esta planta en el presente año fiscal 145.287 millones de pesetas, frente a los casi 115.00 millones del año anterior. Un cuadro general de la facturación de la fábrica en los últimos años, así como de los ingresos conseguidos de las exportaciones, muestran un recorrido repleto de bonanza económica. Desde 1991 las exportaciones de Hewlett-Packard no han hecho otra cosa que crecer, excepto en 1997 cuando disminuyeron de casi 105.000 millones de pesetas conseguidos en 1996 a los 94.719 millones de ese año. Otra prueba evidente de la excelente salud que han mantenido las instalaciones de HP en Barcelona desde 1985, año en el que la compañía llegó a Sant Cugat del Vallés, es que, a pesar de la crisis generalizada que nuestro país vivió durante los años 92 y 93, cuando la mayoría de las compañías decrecieron o se estacaron, la fábrica salía airosa. Mientras IBM, por ejemplo, vio disminuir sus ingresos por exportaciones en un 7,3 por ciento entre el año 91 y el 92, HP aumentaba sus exportaciones en un 41,1 por ciento y su facturación en un 7,7 por ciento.
A todas estas cifras hay que sumar la de las 198 personas de los 855 empleados con que cuenta el centro, que trabajaban en el ensamblaje de impresoras y que ahora se encuentran sin empleo. La compañía está negociando un plan social sobre el que no se han dado detalles. Tan sólo, han aclarado que el plan incluirá compensaciones económicas, posibilidades de recolocación y otras ayudas personales. También es posible que algunos de los empleados permanezcan en Hewlett-Packard.
La causa del cese de las actividades de ensamblaje, según HP, ha sido debida a que los costes de fabricación son más caros en Europa que en otras partes del mundo. Aunque la compañía todavía no ha especificado dónde trasladará el ensamblaje de equipos de impresión, se barajan diversas posibilidades; una de ellas sería el traslado de estas actividades a los centros de la compañía en Hungría o Singapur, ya que, en estos momentos el 95 por ciento de la producción de impresoras de pequeño formato de HP se realiza en Europa del Este. Otra de las soluciones que está estudiándose es dejar la producción de impresoras a empresas subcontratadas.
Hace unas décadas, España atraía inversiones extranjeras para la construcción e implantación de fábricas. Sin embargo, durante los últimos años las compañías prefieren trasladar sus esfuerzos en manufactura a países asiáticos o al Este europeo. Las razones costes salariales menores y precio del suelo más barato. En ocasiones, esta disminución en costes conlleva también una menor calidad, ya que la población de estas áreas geográficas no se caracteriza precisamente por su especial cualificación. Por eso, las grandes empresas prefieren optar por otras zonas, a pesar de que tengan que afrontar las pérdidas derivadas de los ingentes despidos y del traslado de esas actividades a otros lugares, y deciden dejar para España, como es el caso de Hewlett-Packard, actividades de valor añadido.
Otro ejemplo de la tendencia de las grandes compañías a cambiar sus instalaciones fabriles a la zona de Este ha sido Lexmark que ha decidido trasladar planta de fabricación de equipos láser de Lexington (Kentucky, EE.UU) a centros de Latinoamérica y Asia. En este caso, ha sido la apreciación del dólar lo que ha causado la reestructuración de la empresa. Lexmark espera ahorrar 20.000 millones de pesetas.
La década española de los 90 sufrió un proceso de desinversión que parece estar culminando. Compañías como IBM y Olivetti optaron por trasladar sus instalaciones fabriles a otros lugares en los que las condiciones económicas fuesen más favorables. IBM vendió su fábrica de Valencia a MSL en 1995 y Olivetti no tardó mucho más en cerrar su planta de Cerdanyola.