Este plan anunciado por IBM supone la mayor invesión de su historia, pero para su presidente, Lou Gerstner, esta inyección de capital es necesaria ya que, el mundo del e-business exige un intenso desarrollo de las infraestructuras informáticas y de comunicaciones, lo que se traduce en un aumento de la demanda de componentes como los microprocesadores.
Por eso esta compañía no ha escatimado en gastos y se ha lanzado de lleno en este proyecto que tiene como objetivo aumentar su capacidad de producción en semiconductores.
Para ello se ha puesto en marcha la construcción de una nueva planta en Nueva York (en East Fishkill). El presupuesto destinado es de 2.500 millones de dólares (478.000 millones de pesetas), la mitad de la inversión total destinada a llevar a cabo este ambicioso plan.
Esta fábrica, que comenzarán su producción de chips en la segunda mitad del año 2002, será la primera que fabrique microprocesadores en grandes cantidades con un espesor aproximado de 0,10 micrones, es decir, serán 100 veces más finos que un pelo humano. Además esta planta supondrá la creación de mil puestos de trabajo cuando funcione a pleno rendimiento (hacia el 2003).
El resto de la inversión estará destinado a incrementar el negocio de los semiconductores en todo el mundo. Por lo que se ampliará la capacidad de rendimiento de las plantas que posee IBM en Burlington, Vermount y Yasu, en EEUU, y las de sus fábricas en Japón y Francia. Igualmente la compañía potenciará el desarrollo de Altis Semiconductor (situada en Francia), una sociedad mixta resultado de una joint venture entre IBM y la empresa Infineon Technologies.