Con un mercado de 200.000 PC, el mayorista luso era consciente de que no podía vivir sólo de venta de componentes, por lo que extendió su oferta a otros productos. Entre las marcas que la compañía comercializará se encuentran McAfee, Sony, Diamond, Acer, Maxtor, Iomega, Epson, APC, Samsung, Logitech y HP, entre otras muchas, según señaló su director general Joaquim Ribeiro. Las únicas excepciones son Guillemont, quien ha pedido al mayorista que de momento no distribuya su gama en nuestro país, y Microsoft, marca con la que trabaja desde hace cuatro años en Portugal y de la que espera obtener el contrato OEM para España. Otro de los casos ha destacar es el de Epson, compañía que, según este responsable, comercializa distintos productos en ambos países. Creo que al final conseguiremos que todos los proveedores con los que trabajamos en Portugal también estén con nosotros en España, afirmaba Ribeiro.
Asimismo, este directivo confirmó que el acuerdo con Seagate también es oficial para toda la Península, mientras que con IBM ya no existe contrato directo, por lo que, por el momento, no distribuirá su gama. En el apartado de net-working la compañía trabajará con Intel e ICS, entre otros.
Por su parte, el contrato con HP sólo incluye la distribución de la línea de impresión, CD-ROM y escáneres, pero no los PC.
La base de clientes de la compañía estará compuesta en su mayor parte por ensambladores y por algún submayorista. Con respecto a la estrategia
Otro de los proyectos en los que Karma Ibérica tiene puestas grandes esperanzas es en la fabricación de PC con marca propia y blanca para aquellos distribuidores que los soliciten.
Karma Ibérica espera facturar en España cerca de 6.000 millones de pesetas este 2000, mientras que las previsiones para el que viene son ingresar unos 8.000, en línea con el crecimiento del mercado.<br />La de Karma es una historia de <em>management buy out</em> con un final feliz, aunque para algunos podría decirse que a medias, puesto que no todas las filiales corrieron la misma suerte. Aunque la caída en picado de CHS no fue cuestión de un día, sí que tuvo lugar un momento de reacción por parte de muchas de las compañías que pertenecían al grupo y que decidían comprarse a sí mismas antes de que fuera demasiado tarde. Ocho fueron las subsidiarias que participaron de aquel famoso <em>management buy out</em>, entre las que se encontraba Karma Portugal (un mayorista con una importante cuota de mercado en aquel país) y, por razones de prioridades, no Karma España, que se quedaba en manos de CHS. Karma Portugal comenzó a operar en nuestro país abriendo sendas oficinas de ventas en Madrid y Barcelona, al tiempo que la multinacional iba perfilando lo que un día sería Karma Ibérica.
Karma Ibérica ha heredado la filosofía más generalista de la filial lusa. Así, aunque continuará distinguiéndose por su especialización en el área de componentes, este mayorista tendrá un carácter más global y comercializará otro tipo de productos como portátiles, impresoras y escáneres, entre otros.
Además, con el fin de demostrar la calidad de sus servicios la compañía afirma que lo primero que ha hecho por los antiguos clientes de Karma España ha sido darles soporte en términos de asistencia técnica.<br />