En efecto, su CCD de 3,1 millones de pixels posibilita la captura de imágenes de hasta 2.160 x 1.440 puntos. En línea con esta notable resolución, las fotografías resultantes ponen de manifiesto un alto grado de precisión en el tratamiento de los detalles y muy especialmente en lo que se refiere a la expresión del color.
Entre las virtudes del modelo DC4800, se encuentra la posibilidad de trabajar en modo manual. Para ello, el usuario cuenta con una serie de controles ubicados en la parte superior de la máquina que le permitirán modificar sin problemas parámetros como la apertura del foco o el tiempo de exposición.
Otra de las sorpresas que depara el modelo de Kodak es la inclusión de flash en el propio dispositivo. Así, con sólo presionar un botón, dicho accesorio hará su aparición. En cuanto al mecanismo empleado para enlazar la cámara con el ordenador, se ha incorporado un puerto USB situado en uno de sus laterales. Por si todas estas características no bastaran, el almacenamiento se gestiona mediante una tarjeta Compact Flash de 32 Mbytes, lo que supera ampliamente la capacidad de que disponen, por lo general, estos aparatos.
Apenas si se puede citar algún inconveniente significativo. Tan sólo la pantalla LCD de 1,8 pulgadas, que cumpliendo suficientemente su función, podría aún perfeccionarse.