La economía estadounidense está de enhorabuena. Tras unos años de pobres crecimientos las finanzas americanas han resurgido alcanzado un crecimiento del 7,2 por ciento al cierre del tercer trimestre del año. En el desglose de esta cifra, que fue anunciada ayer por el Departamento de Comercio de EEUU, el gasto de los consumidores fue lo que más dinamismo mostró.
Pero el consumo no es lo único que ha crecido. Llama la atención positivamente la inversión realizada por los empresarios en tecnología, una inversión que no se recuerda desde la crisis tecnológica a principios del año 2000, y que se ha materializado en un crecimiento del 15,4 por ciento en los gastos relacionados con equipamiento e informática. La inversión total experimentó un incremento del 11,1 por ciento.
Además del repunte del gasto de los consumidores, del que dependen las dos terceras partes de la actividad económica, los bajos tipos de interés, la caída del dólar y la rebaja de impuestos también han contribuido a aumentar la inversión, que ha crecido un 1,37 por ciento, el consumo público, que ha registrado una subida del 0,27 por ciento, y las exportaciones, que han aumentado un 0,84 por ciento.
En lo que respecta al mercado de PC norteamericano, este sector también se ha visto influido por el buen ritmo de la economía. De hecho, IDC señala la sólida demanda de consumo y el incremento del gasto del Gobierno en tecnología como principales catalizadores en el tercer trimestre. Asimismo, el fuerte empuje del sector retail y el buen comportamiento de los portátiles han tenido mucho que ver. Según la consultora, las ventas de PC aumentaron un 16,1 por ciento en Estados Unidos.
A pesar de este rebote, el mercado bursátil no ha reaccionado tan positivamente. Los inversores desconfían que este crecimiento se prolongue en los próximos trimestres y afirman que la recuperación, aunque positiva, ha venido impulsada por los recortes fiscales, por lo que no garantizan una recuperación sólida.


