La empresa española suspende la asignatura del comercio electrónico

Según un estudio encargado por Sedisi, sólo un 14 por ciento de las emrpesas españolas realizó transacciones a través de la Web a lo largo del año 2000.

Publicado el 23 Abr 2001

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La empresa española aprueba con notable el examen del equipamiento de ordenadores, pasa por los pelos el del acceso a Internet y suspende claramente el del comercio electrónico. A esta conclusión ha llegado Sedisi a la luz de los datos que aporta el primer estudio sobre las Tecnologías de la Información en el tejido empresarial español, que ha realizado, bajo encargo de la propia patronal, la firma DMR Consulting. En concreto, el estudio, que se basa en las respuestas de más de 2.300 empresas de todos los tamaños pertenecientes a las más diversas actividades, concluye que un 83,6 por ciento de las compañías nacionales utiliza PC en su trabajo. El estudio, muy interesado en saber la evolución de estas cifras a medio plazo, también descubre que en dos o tres años este porcentaje subirá hasta el 88 por ciento, es decir 50.000 empresas, sobre todo pymes con menos de cinco empleados, que ahora no tienen ni un solo terminal adquirirán equipos. Asimismo, el 43 por ciento de todos los empleados tiene acceso a un ordenador para realizar su trabajo. Curiosamente, es en las empresas de 10 a 49 empleados donde menos empleados trabajaron con un PC -un 30 por ciento-, y fueron las grandes y las micropymes -uno y dos asalariados- donde este porcentaje fue más alto -más del 50 por ciento-. Mientras el uso de ordenadores en la gran cuenta -más de 250 empleados- y en la mediana -de 50 a 249- roza el cien por cien, en las firmas de menor tamaño -hasta dos empleados- supera ligeramente el 75 por ciento. Dentro de las compañías, el departamento más informatizado es el de contabilidad, y los que menos los de producción, marketing, recursos humanos y servicios al cliente. Asimismo, el estudio de DMR demuestra que sólo el 45 por ciento de las empresas consultadas tiene sus equipos interconectados de alguna forma, bien dentro del mismo recinto o con otros centros. Otra vez son las grandes y medianas empresas, las que emplean a partir de 50 trabajadores, las que mejor han suplido esta falta -más de un 90 por ciento-, mientras que el networking es todavía visto como algo ajeno por la mitad de las pymes de hasta 10 empleados y por cuatro de cada diez de las que emplean hasta 49 trabajadores.

La buena forma de la empresa española en el tema del equipamiento queda demostrada cuando se compara la dotación de ordenadores en oficinas. Según el EITO, 57 de cada 100 empleados de cuello blanco en este país trabajan diariamente frente al ordenador, mientras que en Europa esa cifra está sólo tres puntos por encima.
Por su parte, en el uso de Internet no fue tan bien la cosa. Algo más de la mitad de las empresas, un 52 por ciento, están ya conectadas a la Web, y en los próximos tres años un 18 por ciento más se sumará a este grupo, es decir unas 350.000 firmas buscarán la Web como herramienta de trabajo. La utilización de Internet es mayor cuanto mayor también es el tamaño de la empresa. Así, casi la totalidad de las grandes compañías -por encima de 250 empleados- tienen acceso a la Red. A pesar de las dimensiones que ya ha adquirido Internet en nuestro país, sólo 150 de cada mil empresas -140.000 firmas- tiene una página colgada en la Red, aunque el dato más interesante para las firmas de diseño e integración web es que en los próximos 24 meses unas 175.000 empresas también tendrán un site asociado. En la Unión Europea la cuota de pymes con web propia es del 41 por ciento -un 8 por ciento de las mismas tienen dominio propio-. La seguridad de esos sites será también un negocio interesante porque sólo un 40 por ciento de las empresas con presencia en la Red confían en la seguridad de su página.

No obstante, en los próximos dos o tres años, las que mayor interés han mostrado por ponerse a la altura de las circunstancias son las firmas más pequeñas, las de menos de 10 empleados.

Aunque la empresa salva la asignatura del acceso a Internet con aprobado, todavía persisten las diferencias con respecto a Europa. El Eurobarómetro de marzo de 2000 elevaba el número de pymes del continente con conexión a la Web al 71 por ciento del total, casi 20 puntos más que en España.

El mayor obstáculo que encontraron los empresarios encuestados por DMR que permanecen completamente ajenos al mundo de la Red fue la excesiva complicación técnica que conlleva entrar y la lentitud en la navegación.

También está lejos de ser óptimo el nivel de la empresa española en el capítulo del comercio electrónico. La mayor parte de los consultados, un 83,4 por ciento, acuden a Internet en busca de información. Seis de cada diez lo hace para transmitir datos, cuatro realizan transacciones financieras y sólo un 14 por ciento ha hecho comercio electrónico. En dos o tres años 270.000 empresas realizarán operaciones de comercio electrónico, exactamente el doble que hasta la fecha.

Unicamente un 10 por ciento adquiere productos o servicios de forma on line, mientras que un 6,5 por ciento ofrece sus mercancías en la Red de redes. De este montante de empresas, que asciende a unas 60.500, algo más de 38.000 realiza operaciones de business to business y 28.000 trabaja en el business to consumer.
El hecho de que sean las pymes las más rezagadas en el ámbito de Internet y del e-business, unido al problema de la excesiva complejidad con la que se encuentran las compañías y la escasez de mano de obra cualificada en la que confiar, saca necesariamente a escena al canal de distribución. Una red de ventas bien preparada y omnipresente en todo el país, parece ser el mejor remedio para poner a la empresa española a la altura de los tiempos. Esta necesidad es aún más apremiante en un momento en que la economía y por tanto las inversiones empiezan a dar signos de cansancio. El último informe del BBVA sitúa el crecimiento del PIB para este año en España en el 2,8 por ciento, rebajando la previsión del Gobierno en casi un punto y la tasa de actividad interanual en 1,3. Es por ello por lo que se ha convertido en una urgencia, según sugieren fuentes del BBVA, aplicar las nuevas tecnologías para la mejora de los rendimientos, amén de reformas en los mercados de trabajo y productos.

El estudio de Sedisi, que tiene como universo las 930.000 empresas dadas de alta en el registro mercantil de este país, ha cuantificado en 1,9 billones de pesetas el gasto total de las empresas en informática durante 2000 . Así, la gran cuenta -por encima de 250 puestos de trabajo- destinó 226.000 pesetas, que se redujeron a 127.000 para en las pymes -de uno a 50 empleados-.

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