El año 2000 no fue bueno en general para nadie, pero en especial fue duro para algunos distribuidores corporativos. Las inversiones de la gran cuenta en tecnología fueron escasas durante todo el ejercicio y eso ha hecho mella en la actividad de algunos agentes. GE Capital ITS ha terminado cambiando a su director general y Dinsa vio como durante el periodo su negocio se contraía en términos de ingresos y beneficios. ¿Qué está pasando a estas firmas con presencia en todo el territorio nacional y con una cartera de clientes provenientes de prácticamente todos los sectores de actividad?
General Electric es una de las mayores empresas por capitalización bursátil del planeta. Sus tentáculos se extienden a decenas de sectores. En España GE facturó el pasado año cerca de 300.000 millones de pesetas. La división específica para el negocio de informática se creó en 1997 con el nombre de GE Capital ITS y desde el principio se ha presentado como un distribuidor integral de soluciones para la gran cuenta, un segmento de mercado donde la compañía puede aprovechar las sinergias creadas por otros brazos de actividad de la entidad. En este tiempo, GE Capital ITS ha pasado de facturar unos escasos 1.000 millones de pesetas en 1997 a 17.000 millones el pasado año. A pesar de esta progresión, José Ramón Riera cedió hace un par de meses el mando a Arturo Gimeno, un licenciado en ingeniería eléctrica con casi dos decenios de experiencia en GE, que en una entrevista con PC DEALER desvela el momento actual de la compañía.
Gimeno explica que en los últimos años la filial de tecnología en España ha tenido un gran crecimiento, aunque no muy estructurado. De cualquier manera, Gimeno no renuncia a un objetivo que en su día también suscribió Riera poner a la compañía como el primer o segundo distribuidor corporativo del país. Por el momento, queda mucho trabajo por delante; Informática El Corte Inglés facturó en 2000 casi 100.000 millones y firmas como Fujitsu ICL, Getronics o Sema Group ingresaron alrededor de 40.000 millones. Los servicios siempre han sido la asignatura pendiente de la compañía a escala local. En un negocio como el de la gran cuenta, donde la mera venta de hardware está siendo asumida por los fabricantes, que además están organizando potentes brazos internos de servicios añadidos a la venta, como IBM Global Services, la batalla entre las grandes marcas y los corporate resellers está servida. Según Gimeno, en el último año, GECITS ha completado su cobertura nacional, lo que le permite ofrecer servicios de implementación y soporte en todo el territorio.
Por otro lado, el año ha empezado bien para el distribuidor. Gimeno entiende que, a pesar de la sensación de parón general que ha extendido el batacazo de la economía de Internet, las cifras de la compañía no se han resentido y el primer trimestre ha sido bueno. El crecimiento que estamos experimentando en el negocio de servidores y comunicaciones, unido a nuestra mayor presencia en servicios, hace que nuestras ventas no se vean afectadas hasta la fecha.
El año 2000 no pasará a la historia de Dinsa, un integrador de sistemas con una amplia cobertura geográfica que pertenece al grupo industrial del Banesto. En opinión de Enrique Charro, director general de la compañía que en octubre pasado sustituyó a John McCabe, los resultados operativos del grupo no han sido buenos Dinsa contabilizó para el año un EBITDA (ganancias después de impuestos y amortizaciones) negativo de 500 millones de pesetas. Asimismo, también se contrajo la actividad general de la compañía, pasando de una facturación de 23.676 millones de pesetas en 1999 a 21.151 millones al año siguiente, es decir un 10 por ciento de descenso en las ventas. Enrique Charro mantiene el objetivo que ya en su momento se marcó el equipo directivo que comandaba McCabe, y que supone que este año hasta un 30 por ciento de los ingresos se generarán en forma de servicios y no vendiendo sistemas. Charro reconoce que este no es un mal objetivo, pero la ejecución que se ha hecho hasta la fecha no fue debidamente planteada. El nuevo equipo gestor, matiza, no plantea un objetivo estratégico muy distinto, pero los plazos y los pasos para conseguirlo son significativamente distintos. De hecho, el capítulo de servicios progresó en el periodo, llegando representar un cuarto de la facturación, sin embargo, según Charro, el descenso en 2000 afectó sobre todo al capítulo de venta de sistemas. Este año, a pesar de los nubarrones que se ciernen sobre la actividad económica en general, Dinsa parece que va a salir del bache, sobre todo porque las ventas de PC de sobremesa se han recuperado, afirma Charro. Al final del ejercicio el directivo espera darle la vuelta al balance financiero y conseguir un EBITDA de 250 millones de pesetas.