Las puntocom abandonan la incubación y se centran en la consultoría

La crisis de Ecuality pone en entredicho la viabilidad de muchos de los proyectos puestos en marcha en Internet.

Publicado el 09 Ene 2001

El pasado seis de diciembre una de las empresas de comercio electrónico más representativas de España, Ecuality, presentaba suspensión de pagos. Los accionistas de la compañía habían aprobado una ampliación de capital de 2.000 millones de pesetas destinada a sanear las deudas y supeditada a una fuerte reestructuración en la plantilla y el negocio. Sin embargo, los acreedores no aceptaron el plan de viabilidad y provocaron la suspensión de pagos, dejando a más de cien personas en la calle.

Cuando el pasado mes de marzo Ecuality irrumpía en el negocio electrónico en España, nadie podía pensar que en menos de un año esta compañía estuviese al borde del precipicio financiero.

En apenas un año y medio, Ecuality ha pasado de ser el pionero y representante de la carrera fulgurante de las puntocom españolas a convertirse en el principal ejemplo de su caída. La empresa quiso lanzarse también al comercio electrónico entre empresas (B2B) y adquirió la agencia de publicidad interactiva Advertising MediaOnline.

A pesar de la mala experiencia vivida en Ecuality, dos de sus fundadores, Fernando Pardo y Santos Rodríguez, han puesto en marcha Altamar, un portal que incluye varios negocios relacionados con el mundo marítimo. Una de las iniciativas es montar un portal B2B para astilleros que se lanzará a lo largo de este año y actualmente cuenta con el apoyo de once astilleros españoles que participarán en él. El segundo proyecto de Altamar será crear iniciativas de e-learning (educación por Internet), que comenzará con información marítima pero que se irá abriendo a otros campos, como la tecnología. Pero Altamar no es el único proyecto en el que se han involucrado Pardo y Rodríguez, ya que anteriormente habían puesto en marcha Secretariaplus.com y Construplaza. Parece que les gusta el riesgo.
Pero la crisis que afecta al sector de las dot com está llegando a muchas más empresas. Es el caso de NetJuice, otra de las compañías emblemáticas de la nueva economía, que está estudiando recortar gastos en algunas de sus filiales, como Baquía.com, uno de sus portales más conocidos.

A pesar del comunicado interno de la compañía en el que se niega cualquier crisis, los hechos están ahí, y su decisión de empezar a mirar detalladamente los costes de sus empresas así como los modelos de negocio implantados no se hace así como así.

Llegó un momento en el que las empresas incubadas (Baquía, GolfSpain, Kelkoo, SportArea y VíaCarla) generaban más gastos que ingresos, y NetJuice no podía con todo, a lo que hay que unir la caída del Nasdaq que supuso un cambio muy importante en el sector de las dotcom que empezaron a ver que la economía en Internet no era tan rentable como se había dicho y que la palabra crisis empezaba a introducirse en muchas de ellas.

La idea de una incubadora era algo en principio muy sencillo en un panorama de lo más alentador, una serie de empresas deciden sacar a la luz proyectos relacionados con Internet, y de paso apoyar a las start ups para conseguir los fines establecidos por ellas mismas. Sin embargo, a la hora de pedir resultados, las cosas comienzan a cambiar, y los proyectos que no funcionan desaparecen, y es cuando muchas de estas empresas se preguntan hasta qué punto compensa invertir enormes cantidades de dinero en algo que todavía no es ni siquiera una realidad, sino un conjunto de ideas, buenas, pero al fin y al cabo ideas.
Ante un panorama como este habría que preguntarse qué sucede realmente en Internet o si la gente desconfía de comprar por la Red y prefiere sitios más tradicionales. La posibilidad de comprar on line, acceder a información o servicios informativos no conlleva que el usuario se gaste dinero, así como que el número de internautas en España no acaba de ser lo grande que debería, por lo que la posibilidad de una crisis está cercana. Desde el pasado mes de marzo, sesenta importantes empresas de Internet han visto caer sus acciones a más de la mitad de su valor. Muchos de los inversores que veían cómo su cuenta corriente crecía día a día y se embarcaban en stock options, se encuentran ahora buscando fórmulas que les ayuden a compensar sus pérdidas. En la mayoría de los casos estas empresas son víctimas del efecto dominó mucho gasto, pocos ingresos y anulación de la confianza por parte de mercados e inversores privados.

Como siempre, no podían faltar los gurús, esas personas que opinan de todo, y que en muchas ocasiones no se han cortado a la hora de afirmar con rotundidad que en Internet triunfarán las empresas tradicionales, las denominadas brick and mortar (ladrillo y cemento).

En Internet pasa lo que en otros sectores económicos tras la exaltación viene la crisis, y da la impresión de que después de la nueva economía le ha llegado el turno a la vieja economía. En definitiva, visto el panorama que late sobre las empresas que basan sus ingresos en la Red, sólo queda por esperar qué ocurrirá cuando las empresas tradicionales comiencen a potenciar nuevos canales de negocio en Internet.

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