El modelo más avanzado de este fabricante es una impresora de rendimiento medio/alto capaz de proporcionar las mismas cotas de calidad que el resto de las Lexmark (2.400 x 1.200 puntos), a una velocidad propia de máquinas profesionales. En efecto, este modelo alcanza unas tasas que rebasan en un 10% las de Z43.
Las deficiencias más notorias se sitúan nuevamente en el tratamiento de los degradados, mientras que la impresión fotográfica y en color y negro comparte la calidad del resto de la gama de inyección de Lexmark. De hecho, a tenor de las pruebas de laboratorio podría afirmarse que los dos modelos superiores de la serie son en realidad un único dispositivo con drivers mejorados en el caso de la Z53.