Logix llegó a España en enero del pasado año con el objetivo de hacerse hueco en el pequeño pero tupido -sobre todo en el ámbito del mayoreo- mercado español de las TI. Para ello, la compañía francesa pone sobre la mesa una incipiente estructura paneuropea -está también presente en Polonia y Bélgica-, la especialización en producto y algunos servicios adicionales.
Es en este último punto donde ahora quiere hacer hincapié la filial española, que ha presentado una programa de garantías para los clientes finales que adquieran los cortafuegos del proveedor estadounidense WatchGuard. Por un precio asequible, 150.000 pesetas, Logix ofrece un paquete de soporte del producto consistente en mantener y sustituir los equipos in situ en un plazo no superior a 24 horas a través de seis técnicos especializados que pueden acudir a cualquier punto en el territorio peninsular -en las islas el desplazamiento aéreo del técnico lo paga el cliente-. Además, Logix ofrece un soporte simple de recambio y mantenimiento por 100.000 pesetas al año. Según Cyril Drianne, director de marketing de la subsidiaria, es la primera iniciativa de este tipo de WatchGuard, que no cuenta con presencia directa en España, y es una excelente herramienta para proteger la inversión del cliente. ¿Significa la prestación del servicio una competencia al distribuidor? Drianne lo niega rotundamente alegando que, en caso de que el partner quisiera darlo, lo podría hacer. Además, el servicio siempre lo facturan los distribuidores, añade.
Pero no se queda ahí la cosa. La intención de Logix Ibérica es trasladar al sur de los Pirineos la variedad de servicios añadidos que ya disfrutan los VAR que trabajan con el mayorista en Francia, que van desde un centro de integración tecnológica -algo que sin duda necesitaría a escala local un contrato con alguno de los grandes del hardware, cosa que no llega de momento-, un centro de formación -Logix cuenta con 80 certificaciones de producto en el país galo- y un centro de hospedaje (hosting).
Drianne no desvela los resultados de la filial, pero afirma que es posible que en 2002 el negocio local sea de un 30 por ciento del generado en Francia. En todo el continente Logix vendió soluciones y servicios por valor de 15.812 millones de pesetas (95 millones de euros) en 2000, una cifra que este año podría crecer, de acuerdo con las previsiones de la compañía, un 30 por ciento, rozando los 21.000 millones de pesetas (127,5 millones de euros).
En los próximos meses el equipo de Cyril Drianne dedicará sobre todo esfuerzos a informar y promocionar la línea de conmutadores de Bintec, una compañía con sede en Alemania. Los routers de Bintec están dirigidos a las grandes empresas y transmiten voz, datos, correo electrónico y fax, además de ofrecer conexión a la Web, a redes privadas virtuales y a redes LAN. Adicionalmente pueden incluso cifrar mensajes, dar telefonía sobre IP y hacer de cortafuegos.
En el mes de noviembre aparecerá publicado en CHNNEL PARTNER un análisis que abordará con mayor profundidad el trasiego de Logix para hacerse un hueco en el mercado español de las TI.
