Como prueba de la importancia que está adquiriendo el negocio del almacenamiento basta con observar las numerosas ferias y los encuentros, debates y foros en donde se reúnen los principales actores interesados en esta industria.
Según informa la consultora IDC el 50 por ciento del presupuesto en infraestructuras de una empresa se destina al almacenamiento. Es más, se prevé que este gasto aumente hasta un 75 por ciento en el plazo de cinco años. La creciente inversión que las empresas realizan para mejorar y salvaguardar la gestión de sus datos deriva en que la decisión de los profesionales a la hora de elegir una solución de almacenamiento sea una tarea compleja y sesudamente meditada. Son muchos los factores a tener en cuenta a la hora de implantar lo que será un elemento fundamental en la empresa. Pero, además todo se complica por la diversidad y multitud de tecnologías distintas y la variada oferta de los fabricantes.
Por todo ello el cliente pide operabilidad en los sistemas implantados, para que la actualización sea fácilmente adaptable a las nuevas tecnologías y permita un crecimiento acorde con la evolución de la propia empresa. Igualmente, las soluciones tienen que ser escalables. En este punto, los principales proveedores de la industria parecen haberse puesto de acuerdo y hay una apuesta por una estandarización de las tecnologías y por soluciones más abiertas que permitan simplificar todo el proceso. De esta forma seis de las grandes firmas en almacenamiento (Compaq, IBM, EMC, Hitachi, Brocade y McData) firmaron este verano un acuerdo de colaboración para compartir información técnica de sus respectivos productos y conseguir así agilizar la implementación y extender la utilización de las redes de almacenamiento corporativo en el mercado. El reto radica en eliminar los problemas de conexión e interoperabilidad en red de sus equipos y normalizar las diferentes tecnologías. El compromiso de estas seis compañías, pertenecientes todas ellas a la Asociación de la Industria de Redes de Almacenamiento, SNIA, tiene como reflejo el incremento de la flexibilidad de las infraestructuras de los soportes de almacenamiento, reducción de costes y la maximización de las tecnologías implantadas.
Tampoco puede olvidarse que el mundo empresarial se encuentra inmerso en la era de Internet. Esto supone una mayor generación de información y que estos datos provienen en su mayoría del exterior. Unos 600.000 billones de correos electrónicos llegan anualmente a las empresas, junto con 80 billones de fotografías digitales, e IDC calcula que en los próximos dos años el 93 por ciento de la información generada será digital. Además el gran volumen de datos que llega a las empresas y que es susceptible de ser almacenado conlleva otro peligro la redundancia, no saber dónde se encuentran los datos y si están guardados en el sitio correcto.
Todos estos factores han provocado una evolución en el concepto del almacenamiento, donde se pueden distinguir dos mundos el acceso a la información y las tecnologías que lo soportan. Hace unos años los esfuerzos de las empresas y fabricantes se centraban en tener grandes equipos de hardware. Pero ahora las miras se centran en tener un buen plan estratégico con una adecuada política a seguir al crear una infraestructura de almacenamiento. En definitiva, lo que prima es la buena gestión de la información y que el acceso a esta sea fluido y sin interrupciones, con una disponibilidad absoluta, 24×7. Ello se consigue mediante la combinación de hardware, software, redes y personal cualificado junto con las herramientas capaces de aportar valor añadido. Este es el modelo que se está imponiendo.
Fernando Pareja, director comercial de Distrilogie, afirma que lo importante es crear una infraestructura donde todo lo que conectes esté dotado de la suficiente inteligencia para poder gestionarla y hacer de forma automática todo el manejo de los datos, explica Pareja. En definitiva, lo importante es mantener la información en todo momento bajo control. Por ello la gestión es la palabra clave en este mundo que es el almacenamiento. Los gastos en hardware son nada más que la punta del iceberg de los gastos asociados, comenta Pareja, y añade, en servicios y gastos asociados a la gestión una empresa se gasta del orden de cinco veces más que en la adquisición de lo que es el almacenamiento en sí.
Y es aquí donde se presenta la verdadera oportunidad para el canal. Los recursos de almacenamiento en red demandan un nuevo modelo donde se imponen los mayoristas de valor añadido. En este tipo de soluciones los servicios toman un papel relevante para poder fidelizar al cliente. Para Parejo, cuanto más le ayudes más ligado vas a estar en la evolución de su negocio.
El integrador Transiciel introduce un nuevo concepto el insourcing. Debido a la complejidad que implica crear una infraestructura de almacenamiento en red, muchas empresas tienen que externalizar sus sistemas, pero muchos desconfían de este método, por miedo a perder el control. Por eso, desde Transiciel se hace toda la gestión de infraestructuras de los sistemas desde dentro de la empresa, lo cual permite al cliente desprenderse de su mantenimiento, pero pudiendo disponer de él en cualquier momento porque está instalado en sus oficinas.
Dentro de estos servicios la labor fundamental del partner es conseguir posicionarse en un momento donde el almacenamiento se encuentra en plena expansión y evolución. El cliente necesita que alguien le asesore y le sepa aconsejar en la toma de decisiones. Por ello, el canal debe poseer conocimiento específico en storage, para poder convertirse en un socio de confianza para el cliente y, teniendo en cuenta los objetivos, los requerimientos básicos y prioridades, ofrecer la mejor opción. Como resume Pareja, el cliente necesita un compañero de viaje a la hora de definir lo que va a ser su estructura de almacenamiento para el futuro. Este mayorista especializado en soluciones de almacenamiento posee un centro de demostraciones para que el cliente pueda probar las soluciones de integración. Con este centro, en el que se han invertido sólo en equipos unos 50 millones de pesetas, Distrilogie ofrece formación técnica in situ.
En otras ocasiones, más que una labor de asesoramiento, el partner ejerce una labor de concienciación, de hacer ver al cliente cuáles son los ahorros que puede tener con una infraestructura correcta. Para estos casos Compaq dispone de la figura de mayorista de sistemas, que, como explica Gonzalo Romero, de Compaq, se trata más bien de un VAR muy bien formado. Con esta certificación Compaq quiere dotar al canal de los conocimientos necesarios para ayudar y asesorar al cliente. Por el momento, tres son los mayoristas de la firma que presentan este perfil Magirus, Tech Data y Sermática. El fabricante pone a disposición de estos agentes, y para acercar la tecnología Compaq de almacenamiento al cliente, SAN Móvil o Business Center Movil. Se trata de un rack con unos armarios tratados para ser transportados fácilmente. Asimismo Compaq cuenta con otras dos certificaciones que aseguran el nivel de conocimiento de sus distribuidores. Por un lado, está la figura de Concesionario de Sistemas y, en un nivel superior, la de los Integradores.
Concluyendo, lo que parece claro es que al canal se le presenta una gran oportunidad de expandir sus horizontes y abrirse a un nuevo mercado el del almacenamiento que está creciendo a un ritmo mucho mayor que la industria en general.
