Microsoft obligada a dividirse por monopolio

La compañía ya ha anunciado que recurrirá el fallo del juez Jackson para evitar su segregación

Publicado el 09 Jun 2000

El juez Jackson, magistrado que instruye el caso Microsoft, ha considerado que la empresa que dirige Bill Gates incumplió las leyes antimonopolio de EE.UU, por lo que ha determinado la división del gigante multinacional en dos empresas independientes, una de sistemas operativos (Windows) y otra para el resto de programas en la que se incluiría Internet. Las compañías deberán permanecer separadas al menos diez años, durante los cuales no podrán desarrollar productos conjuntamente, ya que la sentencia considera que Microsoft abatió comercialmente a Netscape de manera ilegal al regalar su navegador Explorer con el sistema operativo.

El juez ha impuesto, además, una larga serie de restricciones aplicables a partir de septiembre entre las que se encuentran las de cobrar un mismo precio por Windows a todos los fabricantes de ordenadores y permitir que cada uno de ellos organice como desee los escritorios.

Desde Microsoft se tachó el fallo de “irrazonable” y “contradictorio”, y la separación, además de considerarse como terriblemente dañina para los consumidores, se vio como “el intento más masivo de regulación gubernamental de la industria de la tecnología”, según declaró Bill Gates.

En cualquier caso, la segregación de Microsoft no es inminente ya que la sentencia permite que la compañía mantenga su unidad mientras dure el periodo de alegaciones. En este sentido, el juez Jackson se ha declarado partidario de acelerar la fase de apelaciones y enviar el caso directamente al Tribunal Supremo de Estados Unidos para no dañar la economía norteamericana. Por el contrario William Neukom, abogado de Microsoft, informó que luchará para que, pese al deseo del juez Jackson, compartido por el departamento de Justicia, el caso siga el conducto habitual y llegue primero al Tribunal de Apelaciones del Distrito de Columbia.

Por otro lado, el Departamento de Justicia de EE UU, demandante y vencedor del caso, ofreció de nuevo a Microsoft, cuyas acciones a pesar de todo han subido un 1,26 por ciento, la posibilidad de llegar a un acuerdo extrajudicial.

En la visita que realizó a España Steve Ballmer un día antes de conocerse la resolución, el presidente de Microsoft no quiso entrar a juzgar las posibles consecuencias de la división de la compañía si bien manifestó que “sería muy perjudicial para los usuarios ya que esto nos impediría optimizar Windows y como consecuencia de ello mejorar su forma de hacer negocios”. El máximo responsable ejecutivo de Microsoft también mostró su interés por demostrar que el business as usual sigue siendo la máxima de la compañía y apuntó nuevos frentes de actuación en el área de servicios para Internet. “Microsoft quiere desarrollar nuevos servicios para ISVs y usuarios web porque ésta va a ser la principal demanda en la nueva Economía”.

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