El lanzamiento de su nuevo sistema operativo Windows XP y la consola de vídeo juegos Xbox estimularon las ventas de la compañía. Sin embargo, Microsoft, ya estimó hace algunos meses que preveía un descenso en el mercado de ordenadores personales y una desaceleración de la compañía, lo que ensombrecería los resultados de los próximos trimestres.
Pese a estos problemas y a la crisis generalizada que vive el sector TI, los resultados de Microsoft han sido más optimistas de lo que se esperaba. De esta forma, para el segundo trimestre fiscal, finalizado en diciembre, el fabricante norteamericano obtuvo un beneficio neto de 2.280 millones de dólares (2.588 millones de euros).
Respecto a los ingresos, éstos alcanzaron los 7.780 millones de dólares (8.832 millones de euros), lo que supone un crecimiento del 18 por ciento desde los 6.500 millones de dólares (7.379 millones de euros) del año anterior, y que ha sobrepasado las previsiones de la compañía de entre 7.100 y 7.300 millones de dólares (8.060 y 8.287 millones de euros).
Las plataformas de sobremesa tuvieron un crecimiento de ventas del 24 por ciento hasta los 2.500 millones de dólares. Por su parte, las ventas de aplicaciones -la unidad más importante de Microsoft que incluye la suite Office- de sobremesa cayeron un 1,4 por ciento hasta los 2.450 millones de dólares.
La mayor área de crecimiento fue la división de consumo, que vio cómo se duplicaron sus ventas hasta los 1.200 millones desde los 506 millones de dólares del año anterior, fundamentalmente debido a su consola de juegos Xbox y a la actualización de su servicio de acceso a Internet MSN.
Sin embargo, el segmento corporativo de Microsoft, que incluye tanto software como la base de datos SQL, creció sólo un 4 por ciento hasta los 1.300 millones de dólares.
