Un CCD de 3,34 de millones de puntos permite trabajar a una resolución de 2.048 x 1.536, índices de una calidad extraordinaria. Y es que, dejando a un lado una leve inferioridad respecto a dispositivos análogos en cuanto al nivel de detalle, hay que reconocer que esta máquina consigue un excelente tratamiento de los diferentes niveles de color.
Ello se debe al amplio abanico de utilidades que presenta, tanto si se trabaja en modo manual como si se emplea el modo automático. Además, el acceso a las opciones principales se ve facilitado por la inclusión de controles externos para configurar los parámetros más habituales, tales como primeros planos, control del flash o corrección del efecto de ojos rojos. Una vez familiarizado con la cámara, el usuario podrá hacer uso asimismo del menú de configuración, en el que encontrará aún más funciones.
El sistema de almacenamiento en esta ocasión ha sido una tarjeta de 16 Mbytes tipo Compact Flash. A pesar de ser casi un estándar en fotografía digital, la capacidad estas tarjetas sigue resultando escasa para usos gráficos. Ello se pone de manifiesto a la hora de utilizar la cámara para efectuar grabaciones de vídeo. Así, la duración máxima de las secuencias capturadas será de 40 sg. a un ratio de 15 frs frames por sg.
