Todo el proceso de conversión, transmisión y ejecución descansa sobre el software OpenMG Jukebox, que actúa en colaboración con los módulos Magic Gate Memory Stick. Insertos en el reproductor, estos módulos se intercambian fácilmente y tienen una capacidad de 64 Mbytes, lo que permite almacenar algo más de una hora de música.
Hay que advertir que el proceso de conversión de archivos a formato ATRAC3 resulta algo tedioso, ya que se tarda alrededor de media hora en traducir los 64 Mbytes de música que admite la memoria. El segundo inconveniente es que, conforme a las normas del SDMI (Iniciativa para la Musica Digital Segura), existe un límite de tres transferencias por canción entre ordenador y reproductor. Por fortuna, la transmisión a través del puerto USB se realiza en menos de cinco minutos.
La gran baza del walkman de Sony es la calidad de sonido que proporciona. Mediante un solo control, mezcla entre rueda de volumen y botón de menú, es posible avanzar o retroceder en la lista de reproducción y seleccionar los distintos modos de ecualización o de reproducción. En el display digital aparecen los datos referentes tanto a la canción como a los cambios introducidos sobre su propia configuración a través de los menús. Por su parte, la batería recargable de ión litio alcanza una duración de unas cuatro horas, rondando las tres horas el proceso de recarga.