Su brazo articulado le otorga un ángulo de visión extremadamente amplio, convirtiéndola en un instrumento ideal para tareas de exposición.
Este panel TFT cuenta con altavoces integrados, pudiendo controlarse el volumen del sonido desde el OSD. Un switch con conectores D-SUB permite conmutar la señal procedente de dos ordenadores por medio de una sola pulsación en un botón ubicado a la derecha del frontal del aparato. En este lugar, se encuentran todos los controles para navegar por las opciones que facilitan la configuración de la imagen. Un sensor se encarga de adaptar el nivel de brillo frente a cada cambio producido en la luz ambiente, si bien el usuario puede ejercer este control manualmente.
SDM-N50 superó con éxito las pruebas de imagen a las que fue sometido. Hay que destacar su comportamiento en los apartados de brillo y contraste y de convergencia de los colores, terreno en el que no se apreciaron desviaciones importantes.