La tecnología cambia constantemente y esta vez el turno es de los servicios de mensajería de Microsoft. En los próximos meses se van a producir transformaciones relevantes que afectarán de lleno a muchas organizaciones que dependen de SAP para su operativa diaria. Entre otras medidas, Microsoft eliminará la función SMTP en futuras versiones de Windows Server, retirará el soporte de Exchange Server 2016 y 2019, y desactivará la autenticación básica en Exchange Online.
Para muchas empresas, estos anuncios son algo más que una simple actualización: suponen la necesidad de revisar procesos críticos y de adaptarse para no comprometer la continuidad del negocio. En entornos SAP, donde el envío de correos electrónicos forma parte de flujos esenciales (avisos automáticos, notificaciones de pedidos, aprobaciones), no reaccionar a tiempo puede traducirse en interrupciones y riesgos de seguridad.
El primer paso es conocer el impacto real que estos cambios pueden tener en tu organización. Realizar un análisis detallado de la infraestructura actual —desde la configuración de los servidores hasta las aplicaciones que utilizan los servicios SMTP— permite dimensionar el esfuerzo que implicará la transición. No todos los escenarios son iguales: algunas empresas podrán solventar la situación con ajustes menores, mientras que otras necesitarán reconfigurar buena parte de su sistema de mensajería.
Un aspecto clave es la migración de versiones antiguas de Exchange hacia opciones más sostenibles, como Exchange Online o la Subscription Edition. Este proceso, que puede parecer puramente técnico, requiere una planificación cuidadosa para evitar impactos en la operativa diaria y garantizar la correcta transferencia de datos.
Otro reto importante será la adopción de la autenticación moderna. Con la desactivación de la autenticación básica, todas las aplicaciones tendrán que utilizar métodos más seguros, como OAuth2, para validar el envío de correos. Esto no solo es un requisito técnico: es una oportunidad para fortalecer la seguridad y reducir riesgos de acceso indebido.
En paralelo, Microsoft ofrece alternativas específicas para garantizar el envío autenticado de correos electrónicos. Soluciones como High Volume Email —que permite enviar grandes volúmenes de mensajes sin usar el puerto 25— o Exchange Subscription Edition —pensada para entornos híbridos que aún necesitan relés SMTP— pueden cubrir necesidades diversas, pero requieren un análisis previo para elegir la más adecuada.
Por último, no hay que subestimar la importancia de formar a los equipos y contar con un soporte continuo. La implantación de nuevas tecnologías conlleva nuevos procesos de gestión y mantenimiento. Asegurarse de que el personal entienda los cambios y pueda resolver incidencias de forma autónoma es tan relevante como la propia migración técnica.
En definitiva, los cambios de Microsoft en SMTP son un recordatorio de que los entornos SAP —al igual que cualquier otro sistema crítico— necesitan evolucionar de forma proactiva. Revisar la configuración, planificar migraciones, adoptar mecanismos de autenticación más robustos y preparar a los equipos no es una tarea opcional: es la única forma de garantizar que los procesos sigan funcionando con seguridad y eficiencia.
Anticiparse a estos desafíos es más sencillo si se cuenta con un enfoque ordenado y con el conocimiento adecuado. Las organizaciones que empiecen a prepararse ahora estarán en mejor posición para convertir este cambio obligatorio en una oportunidad de modernización.





