En España, el sector de la moda retail vive tiempos complejos. La inflación y la competencia del comercio online, entre otros factores, provocan que las ventas se resientan durante buena parte del año y repunten solo en períodos muy concretos.
En 2024, por ejemplo, según datos de Acotex, tras encadenar cuatro meses de caídas, los meses de julio y agosto aportaron algo de alivio, con subidas del 2,7% y el 3,1%, respectivamente. Una recuperación modesta, pero que confirma una tendencia: los picos de venta están cada vez más concentrados y disputados.
Ahora, con el cambio de estación y la llegada de la temporada alta, muchas pymes de moda se juegan buena parte de sus resultados anuales. Y, en este contexto, su presencia online se vuelve más decisiva que nunca. Visibilidad, capacidad de reacción, cercanía con el cliente… son elementos que hoy se disputan, en gran medida, en los canales digitales.
La pregunta no es si un negocio debe aparecer en Internet, sino si puede permitirse no estarlo en un momento tan competitivo. Sin embargo, el panorama muestra una realidad preocupante. Muchas pequeñas y medianas empresas del sector aún no han dado el paso hacia una digitalización efectiva. Y eso las coloca en una clara desventaja frente a competidores que sí están sabiendo conectar con el consumidor actual, más exigente, informado y omnicanal.
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Moda y digitalización, una asignatura pendiente
Nuestros datos lo confirman. Solo el 9% de las pymes de moda dispone de un ecommerce activo. Apenas el 39% tiene una página web operativa y solo el 26% gestiona su presencia en las redes sociales. Su visibilidad en buscadores también es limitada: más del 65% no tiene opciones de aparecer en la primera del perfil de empresa de Google, lo que restringe su alcance en búsquedas locales.
Es decir, hablamos de negocios con producto, experiencia y trayectoria, pero con muy poca exposición en un entorno en el que hoy arrancan la mayoría de las decisiones de compra. No se trata de abandonar la tienda física, sino de estar presente y visible en todos los espacios en los que está el consumidor, también el online.
Ganar presencia online no es complicado, es rentable
Es comprensible que, para muchos comercios, el salto digital genere dudas. Pero existen soluciones accesibles, diseñadas específicamente para su realidad. Hablamos, por ejemplo, de modelos de marketing ‘as-a-service’, como el que ofrecemos en Beedigital, que combinan la independencia que otorga el poder gestionar la tecnología de forma autónoma con asesoramiento experto especializado.
Mediante este formato, los negocios pueden acceder de forma flexible y bajo demanda a servicios clave como el diseño web, la gestión de redes sociales, la optimización para buscadores como Google o la integración de un e-commerce propio, sin necesidad de realizar grandes inversiones ni contar con conocimientos técnicos avanzados.
A través de este enfoque ‘todo en uno’, las pymes pueden avanzar un paso más en el camino hacia la digitalización de sus servicios, generando visibilidad en canales clave y posicionándose mejor en internet.
En síntesis, las pymes de moda tienen ante sí una oportunidad real. Tener una buena presencia online les permite competir en mejores condiciones, amplificando su visibilidad, atrayendo tráfico de valor y facilitando la conversión en cada punto de contacto con el cliente. El resultado final, una mayor rentabilidad. En un sector tan competitivo, la digitalización no es un lujo, sino una decisión estratégica. Y cuando antes se tome, mejores serán los resultados. El futuro de la moda también se teje en la nube