Mucha tensión noté la semana pasada en el Canalys Channels Forum de Barcelona, adonde acudió la plana mayor europea de la división de PC de HP y Ann Livermore, histórica de la compañía y miembro del consejo de administración que tan en vilo ha mantenido a la industria mundial desde agosto, cuando anunció que estudia desgajar este negocio de la multinacional.
En Barcelona había, por un lado, mucho canal expectante y, por otro, unos responsables de la compañía que podían decir bien poco. Serio dilema. Efectivamente, lo oído a Livermore, a Eric Cador, jefe europeo de la división PSG, y a Helena Herrero, la persona que lleva el negocio en España, no permite sacar conclusiones definitivas, pero sí algunas provisionales que pueden ayudar a vislumbrar el futuro de HP.
 
Lo primero es que la decisión sobre desgajar PSG (bien sea a través de la venta total del negocio o del spin-off) o no, va a ser tomada en breve. Aunque en principio la compañía fijó como fecha límite finales de año, la CEO Whitman ha dicho que no quiere ir más allá de octubre. En HP se han dado cuenta que cada día que pasa repercute negativamente en su negocio global. La incertidumbre mantiene en mínimos la acción, al tiempo que fomenta la espantada de clientes en busca de proposiciones más firmes hoy en día como las de Dell o Fujitsu.
Lo segundo es una impresión, aunque basada en algunos datos objetivos. Yo creo que, a estas alturas, la del spin-off es la opción que más papeletas tiene. Eric Cador, ante la pregunta insistente de un distribuidor, no dijo qué iba a hacer la compañía, pero sí dejó caer que veía improbable una venta de PSG. Por otra parte, Ann Livermore, en su presentación en ese foro, se felicitó porque la compra de Autonomy se confirmara y se esforzó por presentar a HP como una compañía centrada en el negocio de los sistemas corporativos, el software y los servicios, en la línea de lo defendido por el defenestrado Apotheker. Es decir, uno no ve la venta total y el otro no concibe el futuro con PSG dentro de la organización.
Además, creo que HP planea un spin-off que le permitirá mantener bastante control en la compañía resultante. Al contrario que IBM en su momento, que se quedó con menos del 20% de las acciones de Lenovo y hoy tiene una presencia residual, HP, por lo comentado por sus directivos, quiere seguir marcando las líneas estratégicas de la nueva PSG. Ante las preguntas insistentes del canal acerca de su futuro con los PC de la compañía, Eric Cador aseguró que la política comercial, logística e incluso de fabricación de PSG no cambiará. ¿Cómo puede decirlo si no es porque presume (o sabe) que la HP de toda la vida va a tener mucho que decir después del desgajamiento?
Pero, cuidado. Aunque la dirección de HP tuviera muy claro al día de hoy lo que va a hacer con PSG, eso no quiere decir que la decisión sea fácil. Whitman y su consejo de administración deberá hacer muchos cálculos para determinar hasta qué punto sacar casi un tercio de su negocio fuera (PSG factura nada más y nada menos que 40.000 millones de dólares al año) puede afectar a su estabilidad y a la actividad del resto de divisiones.
Por lo pronto, los partners que venden servidores temen que HP pierda poder de compra en el mercado de procesadores y componentes, lo que repercutiría en una subida del PVP de sus ProLiant. Además, el del PC es probablemente su negocio más ajustado en cuanto a márgenes, pero también es cierto que da una alegría financiera y de caja difícilmente sustituible. Asimismo, la vía de entrada de HP en muchas cuentas y clientes son los PC, que le sirven luego para llevar allí el resto de su catálogo (redes, impresión, servidores…). La cuestión es: ¿seguirá siendo esto así en los próximos meses?