La lógica empieza a imponerse en un mercado que, como bien reconocen ahora la mayor parte de los analistas, había comenzado a construirse desde el tejado sin establecer unos cimientos sólidos sobre los que apoyarse. Este argumento comienza a abrirse paso incluso entre los defensores a ultranza de la nueva economía que reconocen el daño inferido por el oportunismo de muchos advenedizos. En una jugosa entrevista que publicamos en este número, José Cabrera, director general de la subsidiaria de Sun Microsystems, asegura que el mercado ha caído en un error de apreciación al entender que las puntocom eran un sinónimo de la Nueva Economía. En su opinión, este concepto está mucho más relacionado con los e-business services y el valor que pueden aportar los partners en la adaptación de las empresas a la nueva economía, que con las firmas de Internet.
Para saber si el canal de distribución es consciente del papel que tendrá que jugar en este marco de trabajo, hemos elaborado un informe en el actualizamos las cifras acerca de la importancia que confiere el distribuidor al comercio electrónico en sus actuales planes de negocio. Los resultados de dicho análisis son poco esclarecedores en cuanto a que no se aprecia excesivo entusiasmo por este nuevo modelo de ventas. Tan sólo los grandes mayoristas del mercado, con Tech Data e Ingram Micro a la cabeza además de las grandes firmas nacionales, interpretan en clave de crecimiento el porcentaje de negocio proviniente de las ventas electrónicas. Los e-resellers, por su parte, todavía cosechan modestísimos niveles de ingresos y aún falta tiempo para que el resto de distribuidores tradicionales aborden su transformación como empresas con brazos virtuales operativos.
Los fabricantes mientras tanto, en su enésimo intento de configurar una estrategia de aproximación al e-commerce en colaboración con su canal, se decantan ahora por iniciativas mucho menos ambiciosas que restringen a un contado número de partners. En definitiva, que la crisis también ha mellado las primeras iniciativas dirigidas a lanzar proyectos con suficiente peso específico en el negocio del canal. Una prueba de ello es el cierre de las filiales de Hyperchannel, uno de los pocos marketplaces del canal informático que no ha podido aguantar los vaivenes de una larga crisis anunciada. Esta iniciativa, una de las más atractivas pero también más arriesgadas de cuantas había protagonizado el canal en el escenario virtual, no contó nunca con el suficiente apoyo de los grandes mayoristas que prefirieron desarrollar sus propios mercados virtuales con acceso restringido a sus clientes.
Pero no todo van a ser malas noticias en el frenético mercado de la nueva economía, porque los distribuidores deben tener muy presentes las nuevas oportunidades de negocio que les ofrecen los mercados emergentes. Uno de los más destacados es el de los servicios móviles para la Red, que se está convirtiendo en uno de los frentes más activos de la industria ante la llegada de nuevas tecnologías como GRPRS o UMTS. Hasta la fecha ciertos imponderables habían impedido el despegue de WAP, pero ahora parece que la industria, y con ella, los resellers, comienzan a creer en el valor de esta tecnología.
Por último, no queremos dejar de mencionar el reducido crecimiento de las cifras de sales out correspondientes al mes de enero y facilitadas por la consultora británica Context sobre el negocio de PC profesionales. Según dicha empresa, el número de unidades vendidas al usuario final por el canal de distribución no superó los 35.000 equipos, un dato que debe mover a la preocupación y que probablemente se corregirá conforme avance el ejercicio.