Esta vez no hubo lugar para divagaciones en torno a la conveniencia o no de ir a la nube o cosas por el estilo. La crisis económica aprieta y el negocio se complica. Además, no es el estilo de María Garaña el de andarse por las ramas.
La presidenta de Microsoft, quizá acuciada por los resultados de la filial [que no hace públicos] se puso el mono de trabajo y aprovechó el acto de Alicante para dar un claro argumentario comercial que ayude a los socios a vender Office 365 (frente a Google Apps), SQL (frente a Oracle) o Hyper-V (frente a VMware). Además, Garaña pidió que, de una vez por todas, el canal español fuerce la migración de Windows XP, un sistema operativo que salió al mercado con la peseta, a Windows 7. La prisa viene porque en 30 meses Microsoft dejará de dar soporte de forma oficial al viejo sistema. En todo caso, los directivos de la compañía recordaron que la nube es el futuro y que hay que moverse hacia allí, aunque para salvar las cuentas este año haya que mover tecnologías “más terrenales” como el Windows o el Office, que sigue sin cargase legalmente en la mayor parte de los ordenadores.
Además, Juan José Amor, el nuevo director de canal de Microsoft, que se presentaba en sociedad en el evento, anunció algunos cambios destinados a mejorar el funcionamiento del programa de incentivos y que responden a las demandas que el propio Amor ha formulado y escuchado durante años como responsable de un partner (Nextel) y como presidente de la filial española de la IAMCP, la asociación de distribuidores de Microsoft que funciona a nivel internacional.
En concreto, los distribuidores Gold y Silver que muevan proyectos de valor van a poder llevarse un rebate (o incentivo) por la venta de licencias, aunque éstas finalmente las comercialicen otros partners acreditados para ello. Hasta ahora no era así y suponía una injusticia y además, como bien recordaba Amor, un motivo para el desánimo de los más innovadores. Todo parece indicar, pues, que es una buena decisión, sobre todo para mover soluciones como las de virtualización y comunicaciones (Lync) y la propia migración a XP.
Un último detalle. A partir de ahora las estructuras de canal de todas las tecnologías de consumo de Microsoft (Xbox, Kinect, acuerdos OEM, tabletas, smartphones…) se agrupan. Es una decisión también razonable, sobre todo porque en el futuro lo de menos será el dispositivo donde corran los sistemas operativos y las aplicaciones. De hecho Windows 8, del que tan poco quiere hablar Microsoft por el momento, es un sistema multiplataforma destinado a correr en PC y en aparatos más pequeños como tabletas.