La Global Partner Conference de HP en Las Vegas ha dejado pocas noticias relevantes este año. Por lo visto y percibido en las ciudad de los casinos, la maquinaria de canal de HP vuelve a estar perfectamente operativa, y más importante, la compañía ha recuperado la confianza del canal, perdida tras el paso de Leo Apotheker por la dirección y tras su fallido (y calamitoso) intento de vender el negocio de ordenadores.
En Las Vegas, HP ha anunciado mejoras de su PartnerOne, renovado el año pasado con un novedoso esquema de incentivos. A pesar de que la operativa del canal no va sufrir cambios importantes en los próximos meses, y sí ajustes para llevar a los partners a los negocios más rentables, como la virtualización, la nube, el bigdata o la movilidad, la puesta en escena de Las Vegas sí es indicativa de por dónde van las cosas en la compañía del garaje.
Bill Veghte se perfila definitivamente como el sucesor de Meg Whitman al mando de la compañía. Aunque nada se puede decir de procesos sucesorios, y menos en HP, donde son tan dados a las sorpresas en estos menesteres, sí parece que Veghte, que pasó muchos años en Microsoft y que hoy lleva el negocio de Enterprise, es el futuro. La apuesta por Veghte, además, deja bien a las claras que el core del negocio de HP serán las soluciones corporativas alrededor de la nube (los servidores, el almacenamiento o el software de analítica, entre otras cosas), y que el resto de las divisiones trabajarán y sacarán producto para completar esta oferta de extremo-a-extremo.
A veces me pregunto por qué HP no ha entrado de lleno en un negocio tan llamativo como el de la telefonía o la movilidad con una oferta de producto a la altura de competidores como Samsung, LG o Sony. La respuesta me la daba un responsable mundial de canal de la compañía que también acudió a la cita de Las Vegas. “No queremos pelear en mil batallas, sino en una”. Y esa es la de las soluciones completas, y ahí el voicetablet, el portátil o la impresora son una parte más.
En todo caso, HP todavía tiene mucho que recorrer para convertirse en una compañía de soluciones. Whitman y Veghte tendrán que conciliar su viaje a la rentabilidad y a la nube (no hay que olvidar que la compañía ya ha anunciado la puesta en marcha de servicios de nube pública en los próximos meses, al estilo de Amazon o Google) con una operativa y un balance financiero que todavía depende mucho de las ventas masivas de PC, servidores o impresoras, negocios en los cuales HP sigue siendo líder mundial.