Por una transformación digital de la Administración Pública inclusiva y de calidad

Publicado el 18 Ene 2022

No cabe duda de que la pandemia ha actuado como catalizadora de la transformación digital; el sector público y el privado han experimentado en cuestión de meses el avance previsto en años ante una población que demandaba una experiencia online similar a la que tienen cuando interactúan con gigantes tecnológicos como Amazon y Google.

Debido a esta situación, muchas administraciones han sido capaces de cambiar su forma de ofrecer servicios, en gran medida gracias a aplicaciones digitales y basadas en la nube, dos herramientas determinantes a la hora de conseguir una accesibilidad extensiva a la población ante la crisis global. En este sentido, un reciente informe realizado por IDC y OpenText (Retos y prioridades del Sector Público en España ante la llegada de los fondos Next Generation EU) señala que, aunque casi el 80% de las AAPP aceptan la firma digital para sus trámites y más del 75% declara hacer uso de las redes sociales para ayudar a los ciudadanos, aún queda mucho por hacer. Y es que el 54% de las AAPP declara que aún ofrecen menos de la mitad de los servicios de forma digital.

Por ello, es fundamental que los esfuerzos de transformación digital se centren en la modernización del motor de los sites gubernamentales que, tan solo en España en 2023, tendrán que poder dar cobertura a 36,5 millones de internautas y 350 millones de dispositivos conectados. De esta manera, desde OpenText hemos identificado tres tecnologías que optimizarán la capacidad de los gobiernos ante las necesidades reales de los ciudadanos en el ámbito digital.

Aún queda mucho por hacer. Y es que el 54% de las AAPP declara que aún ofrecen menos de la mitad de los servicios de forma digital

Cloud

La migración de los sistemas de las administraciones a cloud se ha producido de forma paulatina pero constante, pasando de ser un mero concepto a una realidad. En relación con esto, el informe realizado por IDC y OpenText refleja que, en 2022, el 40% del gasto core de TI estará relacionado con cloud, un porcentaje que aumentará al 80% en 2028.

Las ventajas de la nube son claras: proporciona una base mucho más sencilla y mejora la resiliencia operativa. El traslado de los sistemas a la nube también permite a las organizaciones utilizar productos, soluciones y servicios siempre actualizados, lo que contribuye a reforzar la seguridad. Además de las ventajas del back-office, la nube puede mejorar la experiencia del front-end con el que los ciudadanos interactúan directamente a través de la incorporación de más capacidades de autoservicio o la personalización de los canales.

La automatización

Invertir en automatización es otra forma de acelerar una transformación digital significativa. Al centrarse en la automatización de los procesos principales, como la gestión de documentos y la presentación de las solicitudes de los ciudadanos, las AAPP proporcionan a los empleados medios más eficaces para realizar su trabajo, liberándoles de las tareas tediosas y de menor valor añadido, permitiéndoles dedicar más tiempo a identificar y mejorar otros procesos que ayudan a reducir los tiempos de espera y a mejorar la experiencia del usuario final.

Aplicaciones low-code

Las plataformas digitales construidas sobre plataformas de desarrollo de aplicaciones low-code pueden acelerar el diseño y el despliegue de aplicaciones para operaciones específicas, como la concesión de subvenciones o la gestión y tramitación de solicitudes de permisos de construcción. Además, permiten a los equipos técnicos desplegar, evaluar y ajustar las mejoras del software en un tiempo mucho menor, liberando su talento tecnológico para centrarse en proyectos más complejos, ofreciendo los más altos niveles de seguridad, privacidad de datos y cumplimiento de la normativa, todo ello esencial para las organizaciones gubernamentales.

Los cambios digitales provocados por la pandemia pueden dar lugar a una transformación significativa y duradera en las administraciones públicas, pero sólo si son capaces de realizar una transformación integral desde su tecnología crítica. Al invertir en tecnología subyacente, que hace que los equipos sean más ágiles y las operaciones más resistentes, seguras y eficientes, los gobiernos podrán relacionarse con los ciudadanos dónde y cómo quieran, traduciendo esta mejora cuantitativa en una optimización cualitativa de los servicios para que, finalmente, puedan avanzar al mismo ritmo que las necesidades de la población.

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Jorge Martinez

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